diciembre 02, 2025

Tierra adentro

(13)

Sin preguntas
y sin embargo
con los siempres
y los jamases
aquí estamos
Tierra nuestra
no pudieron
separarnos.

Alfredo Mires
En: Como acostarse indeciso…

La Feria del Ñaupa

Este año, nos disponemos a celebrar nuestra I feria del Ñaupa, un mercado navideño inspirado en lo tradicional, con verdaderos productos artesanales, hechos a mano, limpios, trabajados con mucho esmero y calidad.
Y es que, para nosotros, no solo se trata de comprar y vender porque eso hace cualquier negocio, nosotros lo hacemos para tener la oportunidad de unir esfuerzos, ofrecer espacios para la creatividad y el emprendimiento honesto, conocernos más que competir y, claro está, ayudarnos solidariamente.
Uniremos nuestras manos. Manos que tejen, que bordan, que endulzan la vida; manos que preparan medicina alternativa… todas esas manos unidas en un solo mercado, so pretexto de la navidad.
No ofrecemos un viernes negro, garantizamos un viernes y un sábado llenos de colores, deliciosos sabores, exquisitos olores y mucha fraternidad.

Chocolate, amor y trabajo

El cacao es uno de los muchos productos de origen americano que los europeos integraron a su cultura gastronómica durante el proceso colonial. Curiosamente, uno de sus derivados más “simples” (el chocolate caliente) era ya una bebida ritual en la época prehispánica, cuya preparación fue perfeccionada por las culturas Olmeca, Maya y Azteca.
Pareciera ser que este “uso ritual” se ha transportado en estos tiempos (y probablemente desde el siglo XIX) a la temporada de Navidad. Todo el mundo disfruta de una rica taza cada 25 de diciembre... y toda América Latina produce el llamado “chocolate para taza”.
Pero, mientras el mercantilismo de las fiestas decembrinas nos insta a comprar la tableta marca Winter’s o Cusco, todos sabemos que el mejor chocolate es el que se prepara con esfuerzo y amor.
En una esquina del Mercado Central en Celendín (capital de la provincia cajamarquina del mismo nombre), en un carrito de madera y latón verde, la señora Margarita Alcántara vende tabletas de chocolate artesanal preparadas con esfuerzo y cariño, y si hace frío, te abriga el alma y el corazón convidándote un vasito.
Realmente, en un mundo tan “globalizado” como este, iniciativas como las de doña Margarita son las que verdaderamente sostienen la economía y la cultura de nuestro país. El chocolate, hecho con amor y trabajo, sabe mejor y calienta mejor que aquel que sale de grandes fábricas y por cuya venta se enriquecen las empresas gigantes.
Rumi Mires

El sueño del abuelo

Recuerdo a don Dionisio Lobato, campesino de la comunidad de Pallán, en Cajamarca, a quien su abuelo le había contado que, hacía mucho, mientras trabajaba en el campo en medio de la lluvia, un rayo cayó cerca de él y le hizo perder el conocimiento.
Luego, el abuelo soñó que Dios le estaba curando la cabeza y que le daba de tomar un poco de agua con pan. En aquella habitación donde Dios lo estaba curando, estaban todos los enfermos de la tierra, pero no solo había humanos, también estaban todas las plantas, estaban todos los animales y estaban todas las piedras.
Allí comprendió que todo tenía vida: el abuelo de don Dionisio vio llegar un grano de trigo ensangrentado, vio unas papas con los ojos lastimados, un maíz que se quejaba de haberse quedado cojo, una hoja de hierba llegó quemada, una golondrina llegó llorando y un árbol también llegó arrastrando su pena.
Eso era lo que el abuelo de don Dionisio recién podía ver en el cielo, pero era lo que pasaba aquí en la tierra.
Entonces Dios le dijo:
—Ahora te curo y te vas por un tiempo.
El abuelo despertó recordando todo lo que había visto en sus sueños. Y entonces aconsejaba a todos que debíamos tratar a la tierra y a todo lo que vive en ella con la mayor delicadeza, y que no debíamos botar los granos o los frutos al camino, porque los atropellan y los revientan y después se van llorando a Dios.
Alfredo Mires Ortiz, en El libro entre los hijos de Atahualpa
Agradecemos a nuestros coordinadores Lino Gálvez, de El Ahijadero, Bambamarca y Silverio Herrera, de Cutaxi, Chota por seguir trabajando la tierra con todo el cariño que se lo merece, usando sus manos y las herramientas tradicionales, en verdadera yunta y con todo el ayllu, porque, como sabemos, en este rincón del mundo “todo es persona”.
Agradecemos también por compartir estas fotos de su dedicada labor como agricultores y campesinos dignos.

noviembre 16, 2025

Aquí estamos

Fue en Cajamarca donde se encontraron el conquistador Francisco Pizarro y el Inca Atahualpa, por la tarde de un 16 de noviembre de 1532. Fue allí cuando ocurrió el incidente aquel tan contado del Inca arrojando la Biblia y dando lugar a que se desatara la barbarie que significó, solo esa tarde, la muerte de diez mil indios, entre hombres, mujeres, ancianos y niños.
Nosotros no creemos que haya habido repulsión por parte de los andinos respecto a la presencia del libro o la palabra escrita. En los sucesos del 16 de noviembre intervinieron otro tipo de motivos que desencadenaron los hechos tal como los conocemos. Es más probable, incluso, que Atahualpa haya arrojado el libro contra Valverde y no a la tierra. Igual, es de suponer, le hubiera arrojado un pergamino, una tablilla o lo que fuere, dadas las circunstancias. Pero, al fin y al cabo, con libro o sin libro arrojado al suelo, igual se habría desatado la masacre.
Alfredo Mires Ortiz en: El libro entre los hijos de Atahualpa; BNP, 2021

Por eso, en Bibliotecas Rurales empezamos hace muchos años a rememorar el 16 de noviembre como el día del “Aquí estamos”; recordamos este día tan trágico y doloroso mediante lecturas con los campesinos de Cajamarca, con ofrendas a la tierra y otras ceremonias en público y en silencio; para recordarnos que, a pesar de todo, seguimos en pie y en el camino.

Encerrar la naturaleza

Años atrás, varios años atrás, en la temporada de estío, era frecuente salir con los niños de la escuela para dar un paseo por el campo “como respirar aire puro”, decíamos. Con el tiempo, las áreas verdes han ido escaseando. En Cajamarca, los pocos espacios naturales que quedaban se han convertido en campos deportivos privados. Los parques y jardines, casi siempre, están llenos de excrementos de perritos, bolsas plásticas, botellas vacías, entre otros residuos.
Actualmente, si queremos llevar a los niños a un espacio diferente, agradable, tenemos que viajar y pagar una suma bastante regular para ingresar a disfrutar de un ambiente bonito, donde encontramos pequeños bosques, jardines con muchas flores, pequeñas granjas, caminos empedrados, entre otros atractivos.
Es decir, lo que antes podíamos encontrar en muchos espacios de nuestro querido pueblo, hoy solo está permitido si pagamos para entrar porque lo más bonito de la naturaleza está encerrado entre altos muros.

Calientito

Hace unos días salió calientito el almanaque de Bibliotecas Rurales para el próximo año, justo para nuestra asamblea general. Así, lo coordinadores podían llevarlo para sus bibliotecas y comunidades.
Esta vez lleva una foto que Jorge Camacho tomó en uno de nuestros encuentros sectoriales y un texto de una ponencia de Alfredo:
«Antes de ser bibliotecarios somo humanos. Y somos colectivo, somos el otro, somos los demás.»
Bello mensaje para un bonito nuevo año.

Sencillamente… Tío Lino

En medio de muchas nostalgias, aparece un hermoso regalo del compañero Alfredo Mires, el libro del tío Lino. 
Y tío Lino llega para seguir contando y encantando; para hacernos sonreír, aún cuando la vida se torna difícil. Nos narra cuentos picarescos, cargados de tradiciones, costumbres y creencias y; como dice Abelina, en las primeras páginas, más que leer con la vista, habría que aprender a leer con el corazón.
Intentemos leer entonces con el corazón este gran libro; para poder escuchar las voces de nuestros abuelos, de aquellos que siempre vieron la luz en las más fuertes oscuranas y; descubramos los fueguitos de esperanza plasmados en las ilustraciones de los niños de Contumazá y Cajamarca.
Sencillamente, el libro del tío Lino, trae mucho para aprender.
Nuestro reconocimiento a quienes hicieron posible esta publicación.

Una cita a ciegas

La Biblioteca Rural en Institución Educativa: BRIE de la Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública «Víctor Andrés Belaunde» de Jaén, realizó la actividad Una cita a ciegas con el libro de la Red de Bibliotecas Rurales, el día 20 de octubre en la sede de la Escuela, con el objetivo de
fortalecer las identidades y las prácticas lectoras. Nosotros concebimos a nuestra biblioteca rural como un espacio vivo de encuentro con los otros y con el libro, como lugar donde está presente la cosmovivencia y la cultura campesina. 
Para esta actividad, los estudiantes de octavo ciclo del Programa de Ciudadanía y Ciencias Sociales, acompañados por la profesora Sara Moreno, habían forrado con papel reciclado 185 libros de la Red. Asimismo, habían colocado una frase alusiva al contenido de cada libro en cada forro de libro.
Luego, los estudiantes y profesores de nueve Programas de Estudios de la Escuela de Educación eligieron libremente uno de estos libros, lo registraron en la biblioteca con el compromiso de dar lectura.
Ahora, los organizadores del Programa Ciudadanía y Ciencias Sociales están atentos a la lectura y el canje con otros libros de la BRIE.
Desde la Oficina Central de la Red de Bibliotecas Rurales, en Cajamarca, felicitamos esta bonita actividad de promoción de lectura.

noviembre 03, 2025

Asamblea en la Red

Los días 24 y 25 de octubre se llevó a cabo nuestra segunda Asamblea de Capacitación de la Red, con la valiosa presencia de bibliotecarios, coordinadores, representantes de las BRIE (Bibliotecas Rurales en Instituciones Educativas) y el equipo de la oficina central.
Fue grato reencontrarnos, compartir, renovar las relaciones que nos unen como voluntarios de la Red y sentir el espíritu de colaboración y apoyo mutuo que sigue siendo el corazón de nuestro trabajo.
El propósito principal de esta asamblea fue analizar juntos los avances alcanzados, reflexionar sobre los desafíos actuales y definir nuevas metas y proyectos que permitan seguir fortaleciendo e incentivando la lectura en las comunidades campesinas.
La participación activa en nuestras asambleas es fundamental, ya que aquí aprendemos nuevas metodologías y estrategias que inspiran a promover la lectura en nuestras comunidades.
La lectura compartida nos llena de motivación para continuar trabajando con compromiso y cariño.
Además, las asambleas ofrecen una excelente oportunidad para realizar el canje de libros, permitiendo así renovar los títulos disponibles en cada biblioteca, compartir la sabiduría de nuestros abuelos y renovar nuestra identidad cultural. 
Las metas que nos hemos trazado en esta oportunidad solo podrán alcanzarse en común-unidad. Nos despedimos con el corazón lleno de gratitud, esperanza y el compromiso de seguir llevando la lectura a cada rincón del campo, donde un libro siempre encuentra manos dispuestas a abrirlo y corazones listos para aprender.
Rosa Rumay
Responsable del Centro de Canje de la Red