diciembre 16, 2024

Evaluando con cariño

Se acerca el fin del año y en el Programa Comunitario nos toca monitorear y evaluar nuestro trabajo.
No es lo que más nos gusta, pero al iniciar la reunión de los coordinadores una mañana de noviembre veo caras alegres, contentos y animados. También me animo. Pienso que evaluamos para mejorar, para poder acompañar mejor a los niños con capacidades proyectables. Ellos son nuestro eje articulador. Alrededor de ellos gira nuestra propuesta.
A veces es difícil hacer entender eso a los amigos de las organizaciones que nos apoyan. Más difícil aún es que nos comprendan los auditores, porque en este mundo de “indicadores de impacto” y “marco lógico” ya se ha perdido el sentido de comunidad. Pero nosotros seguimos siendo eso: una gran familia que se trata con respeto y cariño, que sobrepone el afecto a la economía y el abrazo a la perfección.
Porque antes de ser bibliotecarios (o coordinadores) somos humanos. Y somos colectivo, somos el otro, somos los demás, como nos enseñó Alfredo. Nosotros somos orgullosos de eso. 
Rita Mocker

¿Qué hacen?

Celebramos nuestra segunda Asamblea General de este año.
¿Quién está debajo del sombrero?
Es el maestro José Isabel, elaborando su cartonera, una estrategia para compartir lecturas, aprovechando material desechable. Consuelo y Nathalie nos la enseñaron, como parte de la capacitación en nuestra Asamblea.
¿Qué hacen don Javier, Rosita, don Aníbal, don Eusebio y todos los demás?
Muestran su trabajo de equipo: el abecedario de las palabras relacionadas con la Red de Bibliotecas Rurales, con los libros y la lectura. Esto nos permitió ver cuánto tenemos para mostrar a los demás, aprendimos de préstamos lingüísticos y otros recursos que nos presentó Fernando Hoyos, un amigo colombiano, mediador de la lectura, que nos regaló también otras estrategias para compartir en nuestras comunidades.
¡Gracias, Fernando, por tu solidaridad con nosotros!
¡A los tiempos, doña Laurita!
Sí, doña Laura vive muy lejos, es coordinadora del sector Algamarca. Y no quiso perderse ni un minuto de esta Asamblea. Ella y don Jacinto llegaron tempranito para participar.
¿Qué miran?
Ah, es una conferencia virtual que recibimos de otra amiga de la Red, Irene Vasco, también es mediadora de la lectura. Ella compartió con nosotros su experiencia en la biblioteca “La Alegría, en Santiago de Tolú, en Colombia.

Leer es como viajar

A seis horas desde la ciudad de Cajamarca se ubica Masintranca, en la provincia de Chota. Seis horas de viaje por donde transitas por el tajo, esa herida abierta, llamada Yanacocha. Por donde las temperaturas bajan mientras más arriba de la jalca estás. 
Nos reciben en casa, Don Sergio y Doña Dona con los brazos abiertos y con la sonrisa cálida; reciben a estos forasteros que llegan con hambre, con mucha humildad y con muchas ganas de compartir lo que saben. 
En una quebrada se parte un camino tímido que nos lleva a la Biblioteca Rural “Manantial de los Andes”. Con una sonrisa brillante como el sol que se va asomando con fuerza, nos recibe Jesús Ruiz, el bibliotecario rural, y nos invita a pasar. No puede ser mayor nuestra alegría al contemplar la biblioteca con los títulos de los libros tan coloridos y bonitos, mirándonos, ubicados de manera frontal, haciéndolos más atractivos para coger y leer.
Junto con Fernando, amigo colombiano de Medellín, nos pusimos, cual niños, a explorar la atractiva biblioteca. Cogimos los libros de la colección “Los Nuestros” de la Enciclopedia Campesina y Fer hizo su magia. Estiró una manta fucsia con detalles andinos y encima ubicó algunos libros como un pequeño mándala. De pronto de uno de sus dedos salió un pequeño títere de pajarito naranja y nos preguntó sonriente qué pájaros cantores conocíamos. Así, poco a poco, Don Sergio, Jesús, Rita y yo empezamos a recordar. Comenzamos a escribir y a contar como llegaron esas sabias frases de la tradición popular a nosotros. 
En Cutaxi, alrededor de una pequeña y acogedora Plaza de Armas, en una casa al lado de un caballo de color caramelo, se encuentra otra Biblioteca Rural. Aquí, el mándala y la manta se extendieron sobre una mesa y las adivinanzas, el juego del ahorcado y los chistes locales fueron la sazón de la sesión, en la cual escribimos, contamos y nos pusimos colorados de risa. 
Por último, comparto la pechada de Don Sergio y Jesús nos regalaron y que dice así:
Despedida, despedida
despedida no quisiera 
al tiempo de despedirme 
en tus brazos me muriera.
Consuelo Solis R.
Cajamarca, 2024

diciembre 03, 2024

Contigo

“Contigo”
Será sinónimo de
“Conmigo”.

Alfredo Mires
En: La ensoñación del Ñaupa

Encuentro de lectura en Contumazá

Cada año en noviembre, nuestro coordinador Ramiro Yglesias de la Hoyada Verde, en Contumazá, celebra un Encuentro de Lectura en alguna comunidad donde tiene bibliotecas. De su último encuentro, Ramiro nos cuenta:
“La Coordinación de Bibliotecas Rurales, zona Contumazá hace extensiva el trabajo realizado en el Encuentro de Lectura el pasado 12 de noviembre del presente año, el cual fue muy provechoso por haber contado con la participación de bibliotecarios, docentes y niños lectores de diferentes instituciones educativas, reafirmando el compromiso de seguir esta tarea, de seguir rescatando los usos y costumbres de nuestros mayores.
Atentamente
Ramiro Yglesias Díaz
Coordinador Sectorial Contumazá.”
Felicitaciones, compañero Ramiro. Y muchas gracias por tomar la iniciativa de seguir organizando estos eventos. ¡Vamos para delante!

Consuelo con nosotros

Desde mediados de noviembre, Consuelo Solis Rivera, periodista y mediadora de lectura, está haciendo un voluntariado en la Red de Bibliotecas Rurales. 
Consuelo nos está ayudando para organizar nuestra biblioteca de referencia, pero también apoyó con mucha dedicación la capacitación en mediación de lectura durante la última Asamblea de la Red, en el mes de noviembre. Sale con nosotros al campo para visitar las bibliotecas rurales y apoyar la formación de nuestros bibliotecarios y coordinadores. Se hace cargo de varias tareas cotidianas y, simplemente, enriquece nuestro equipo con sus talentos, sus conocimientos y su ánimo.
Gracias, Consuelo, por estar con nosotros y por compartir.