mayo 15, 2025

Leer tu amistad

En junio del año 2023, durante un viaje a Medellín, Colombia, conocí a Leidy Vélez. Los que la queremos, le llamamos Lez.
Lez es bibliotecóloga, mediadora de lectura, archivista…y amiga. Creo que esto último la caracteriza mucho mejor. Conocí a Lez en una bebeteca, una biblioteca para bebés, un espacio donde ella se mueve como pez en el agua. Leer a los niños –pequeños y grandes– es su pasión. 
En este mes de abril, Lez vino a Perú y no dudó ni un momento en visitarnos en Cajamarca para conocer Bibliotecas Rurales y ofrecer su apoyo en varias actividades de mediación de lectura en diferentes espacios de la Red.
Dictó un taller sobre lectura, escritura y oralidad para docentes en el local central de Bibliotecas y otro para docentes en la UGEL de Cajabamba. Los profesores quedaron maravillados. 
También visitamos el Jardín de Malcas, en el valle de Condebamba, donde la Red tiene una Biblioteca Rural en Institución Educativa. Ahí realizamos cuatro pequeñas unidades de animación a la lectura en la hermosa biblioteca de este Jardín y regresamos con el espíritu renovado por tanto cariño que nos brindaron los niños, sus padres y profesoras.
Los pocos días que pude compartir con Lez fueron llenos de profundas conversas, aprendizajes y asombros. Pero también fue un tiempo de mucho compañerismo, amabilidad y risa.
Gracias, Lez, por tu presencia entre nosotros.
Regresa pronto.
Rita Mocker

El duende del laberinto

Hoy, 1 de abril, leí a mis estudiantes, en un aula de cuarto grado de secundaria, dos textos de Alfredo Mires que forman parte de la obra El duende del laberinto y otros cuentos medulares: El vino y El amor III.
Les pedí luego, sus interpretaciones y se produjo el silencio. Volví a leer con el fin de animarlos y uno de ellos dijo: “El amor permite estimar al otro, valorarlo, su existencia es necesaria. La vacuna que menciona el texto es vivir sin amor, una barrera que quita la sensibilidad”. Otro estudiante manifestó: “El amor nos lleva al sufrimiento, no se puede amar sin sufrir”, y su compañero expresó que “El amor actúa como barrera del odio, nos permite relacionarnos, unirnos y querernos”.
Insistí en que interpreten el texto El vino y, casi al finalizar la hora de clase, una sonriente jovencita, dijo: “El vino hace referencia a la capacidad de transformación como la uva que pasa un proceso y se transforma en algo bueno, así nos podemos transformar”.
Me sentí, una vez más, dichosa por las experiencias enriquecedoras que genera la lectura.
Gracias, Alfredo.
Elizabeth Olano
Docente y responsable de una BRIE

Historietas

De narración a historieta
Como parte de una actividad académica, hace algunas semanas, un grupo de niños de una institución educativa local, realizó la lectura de algunos de nuestros cuentos para transformarlos en historietas. La elección de los cuentos fue totalmente libre, así como la distribución del contenido porque es mejor darles la libertad de escoger los detalles y permitirles que muestren su creatividad.
Fue muy lindo ver con qué criterios escogían sus cuentos: el que da miedo, el que es chistoso, el que habla de la Virgen del pueblo. En fin, en nuestros fascículos de cuentos hay mucha variedad, para todos los gustos y antojos lectores.
El resultado fue un panel colorido, con dibujos propios de su edad y una enriquecedora demostración de su capacidad para resumir y presentar cada cuento de modo que se entienda con pocas palabras.
Respetuosos de los preciosos trabajos de estos niños, hemos pedido permiso para presentar los “botoncitos de muestra”.

Asamblea que anima

Los días 25 y 26 de abril nos reunimos en Cajamarca para realizar la asamblea de la Red de Bibliotecas Rurales de inicios de año. Se congregaron bibliotecarios, coordinadores de la Red, encargados de nuestras BRIE (Bibliotecas Rurales en Instituciones Educativas) y el equipo de nuestra oficina central para capacitarnos, realizar una evaluación sobre nuestro trabajo en el campo y tomar acuerdos sobre el trabajo de Bibliotecas Rurales en este año.
Esta vez, la asistencia a nuestra asamblea fue muy buena; encontrarnos, saludarnos y pasar un par de días juntos siempre nos anima mucho.
Regresamos contentos a nuestras casas porque hemos aprendido mucho, tanto por las capacitaciones que nos brindaron desde la central de la Red como por las exposiciones que nos dieron los compañeros del campo sobre temas como religiosidad andina, Rondas campesinas, procedimientos en casos de violencia familiar y agricultura.
Tomamos el acuerdo que, en las próximas asambleas, vamos a seguir con este tipo de ponencias de los miembros campesinos de la Red, pero también nos vamos a preparar para conocer mejor los libros que publicamos y así saber cómo animar mejor a nuestros hermanos en el campo.
Sergio Díaz Estela, de Masintranca, Chota

mayo 01, 2025

IV

 Señor,
¿qué eres sino
todos los sueños?

Los pobres no decimos
“Mañana seré esto
o aquello”.
No.
Nosotros existimos
y existiendo hacemos
el mundo menos
indigno,
menos emputecida
la historia
más dulcecita
la vida.

Y la vida, Señor,
es gratis,
la tenemos de regalo.

Nosotros no planificamos
nosotros palpitamos
nosotros no morimos de infarto
nosotros solo soñamos.

Entonces, Señor,
nosotros te legitimamos.

Alfredo Mires Ortiz
en: Como acostarse indeciso y despertar a arriesgarse

Dar la mano al nieto sin soltar la del abuelo

En el proceso de rescatar la sabiduría de los abuelos, el compañero Alfredo Mires decía una frase que nos gusta mucho y que es parte de nuestros libros y afiches de la Red, una frase que nos llama a la reflexión y a la acción “Dar la mano al nieto sin soltar la del abuelo”
En nuestra reciente Asamblea nos embargó la emoción ver llegar a nuestro compañero bibliotecario Marcial Rumay Cortez de la comunidad de Shidín – Cajamarca. Don Marcialito había dejado de participar de nuestras reuniones por razones de salud, y esta vez llegó con todo el ánimo y además acompañado de su nieta Marisol Rumay, quien creció con los libros de la Red; la niña que atendía en la biblioteca y que se sentía y se siente orgullosa de recomendar nuestros libros, ahora es una estudiante universitaria, que valora los esfuerzos de la Red por la promoción de la lectura, reconoce nuestros andares y nos acompaña.
Que sea Marisol, esa muestra de esas semillas que tantos coordinadores de las diferentes comunidades, las van cuidando; y que esas semillas sigan creciendo y contando la sabiduría de nuestros abuelos.

De montaña a montaña

Salimos rumbo a nuestro destino Cajamarca, una ciudad entre las montañas del Perú, llevando en el equipaje solo la ropa necesaria para hacer espacio a nuestros protagonistas: ¡los libros! 
Así partimos dejando el amanecer del Valle de Aburrá a nuestras espaldas.
Lima sería nuestra primera parada, donde nuestros amigos nos acogieron e hicimos un poco de turismo, pero el calor redujo mis fuerzas y mi ánimo. 
Con la brisa del domingo llegué a Cajamarca; mi cuerpo y mi espíritu se aliviaron al ver a Rita, la alegría del encuentro con mi amiga, curó todos mis males.
Desde ahí me sentí en familia, sentimiento que se mantuvo en todo el viaje. Ellos me abrieron su casa y su corazón, compartimos todo: el trabajo, la comida, el transporte y el hotel, seguimos la ruta trazada entre risas, charlas y anécdotas. Desde el primer intercambio de ideas se borraron nuestras diferencias, pues el objetivo es el mismo, solo cambia la manera de hacerlo. De mi parte entregué mis dones y experiencias, con el fin de que el conocimiento fluya y no se quede en un estante acumulando polvo, esperando que refuerce los conocimientos de los amigos que nos acompañaron y motive a la lectura y a la escritura, tanto de niños como de adultos.
En mi camino aprendí el valor de sus costumbres, que sus saberes ancestrales tienen mucho para darnos, valoro sobre todo su capacidad de conservar su preciosa cultura, sus lindas casas y sobre todo sus importantes valores, esos que cada minuto vi, gente amable, dispuesta a dar siempre lo mejor de ellos, saludándote con una tímida sonrisa. No solo me llevo los aprendizajes, sino unos cuantos kilos de más, que representan el aprecio de los cajamarquinos, los cajabambinos y de las familias de los niños de Malcas.
Solo me resta pedirles que continúen con tan maravilloso trabajo, seguir fomentando la conexión entre padres e hijos, a través de los libros y conservando los conocimientos ancestrales que tanta sabiduría puede ofrecer al mundo, y así seguir creciendo todos juntos.
Agradezco mucho a la vida, por encontrarme con Rita Mocker, y a ella, por presentarme La Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, un proyecto tan significativo donde me permitieron compartir desde mis conocimientos, hasta mis risas.
Se despide con amor y cariño su amiga colombiana
Leidy Yohana Vélez Santa

Lectura en el campo

En el mes de abril recibimos en nuestra casa la visita de nuestra hija Samay Nikoll y algunos de sus amigos, compañeros de la Universidad Nacional de Cajamarca, quienes habían venido con la única finalidad de conocer cómo funcionan nuestras bibliotecas rurales en el campo. 
A finales de marzo, estos amigos habían asistido a la celebración de los 54 años de la Red, en Cajamarca. Ahí pude conversar con ellos y eso les había despertado el interés en los andares de Bibliotecas Rurales en el campo.
Acogimos, entonces, a toda esa linda gente en mi casa, pensando cómo explicar lo que somos y hacemos en nuestras bibliotecas en las comunidades. Así, decidimos realizar con ellos un círculo de lectura, pero pensamos que sería bonito hacerlos en un lugar especial y elegimos el apu El Mirador.
Para llegar al sitio habíamos conseguido unas acémilas y, una buena mañana, todos nos trasladamos en caballos hasta el apu. Ahí celebramos nuestro pago a la tierra y luego hicimos un círculo de lectura con algunos libros que habíamos llevado.
A la hora del almuerzo sacamos nuestro friambre y compartimos una rica comida. Mientras estábamos en estas actividades se nos acercaron algunos lugareños para preguntar qué estábamos haciendo ahí. Así, de paso, pudimos promover nuestras bibliotecas, nuestros libros y la lectura.
Experiencias así, bonitas, nos animan mucho – y animan también a los otros.
Sergio Díaz Estela, de Masintranca, Chota.