Hasta hace
algunas semanas, continuamos con nuestro legado de libros “David Osoro”. Paquetes
de libros en mano, empezamos un largo recorrido por varias escuelas y otras
instituciones de nuestra localidad.
Este
legado tuvo diferentes reacciones: En algunas fuimos muy bien recibidos y se
alegraron al ver las publicaciones de la Red en sus escuelas, con las que
–según sus propias palabras– este año incrementarán sus bibliotecas y su plan
lector.
En otras
instituciones educativas fue muy difícil identificar la persona a quien
teníamos que entregar la donación: directores ausentes u ocupados dictando
cursos vacacionales, comités de padres de familia realizando matrículas,
bibliotecarios inventariando libros o viendo la televisión… de todas maneras
logramos entregar los libros en casi todas las instituciones a donde fuimos.
Pese al
cansancio propio de estos trajines, nos sentimos muy satisfechos por esta
contribución que esperamos sea bien aprovechada. Además porque tenemos la
esperanza de haber sido escuchados en nuestro ofrecimiento de realizar talleres
conjuntos para incentivar la lectura, la comprensión de la misma y también para
motivar la producción de textos.
1 comentario:
Vuestra labor de reparto de lotes de libros es muy dificultosa, no solo por las distancias y la dureza de los caminos, sino también porque a veces vuestras manos ofreciendo libros no hayan otras que las recojan con amor. Pero que no decaiga nunca vuestro ánimo pues aunque solo uno de esos libros llegue a convertirse en semilla fértil en el corazón de un pequeño, de una mujer tímida o de un viejito curioso, habrá merecido la pena atravesar el desierto o escalar a la cima más alta.
Y, sí, no dejéis de hacer talleres para ayudar a descubrir a los maestros y a las familias, a los campesinos y a las autoridades, la magia de la palabra escrita, su poder transformador, su capacidad para renovarnos por dentro y, por tanto, ponernos en disposición de ser mejores personas y ciudadanos más solidarios y generosos.
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