La piedra y el zorro
El zorro andaba burlándose de una piedra que se hallaba en el camino. Cada vez que pasaba lo decía:
– Ya es hora que te boten de aquí porque mucho estorbas; como no puedes moverte, no sirves para nada.
Un día la piedra se cansó de soportar tanto insulto y lo desafía al zorro.
– Dices que soy inútil. Hagamos una apuesta en carrera a ver quién gana.
El zorro, seguro de ganar la apuesta, acepta. La piedra, que se encontraba al filo del cerro, lo dice:
– Correremos de bajada.
Y el zorro, medio vivo, maliciando dice:
– Vua traer una soga para que corramos juntos, porque tú segurito que me vas a engañar, porque ni patas tienes. No sé cómo podrás correr.
El zorro amarró a la piedra del centro y él se amarró del cuello.
– Correré yo primero –dijo el zorro zonzo.
Empezó la carrera. El zorro jaló y la piedra, en cada vuelta que daba por la pendiente del cerro, golpeaba al competidor.
Cuando terminó la carrera el zorro estaba todo destrozado y muerto.
Así, sin tener patas, la piedra ganó la apuesta.
Contado por Cruz Huaccha, de Paccha Chica Alta.Recogido por Aurora Portal, de Pariamarca
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