Las Asambleas Generales de la Red implican la representación de las comunidades que forman parte de toda la organización, de manera que la majestad de sus decisiones señala y ratifica nuestro camino.
Todas las decisiones que se toman en las Asambleas son por consenso, de acuerdo a la forma en que estamos organizados. Si bien hay responsabilidades de dirección, nada procede de manera inconsulta y son imposibles –afortunadamente– cualquier tipo de arbitrariedad o manejo que no sea colectivo.
Asumir esta manera ya implica un compromiso. Y es la voluntad lo nos que afirma y hace crecer como propuesta comunitaria.
Así, el quehacer como bibliotecas y la promoción de la lectura no constituyen un trabajo ni una función: son una apuesta por la vida y el franco derecho a vivirla, afianzando el imperioso gozo de leer los contextos y los textos, para rehacerlos o embellecerlos colectivamente.
Por eso será que empezamos siempre –con la ceremonia del All’pata paguikun– agradeciendo a la tierrita que nos hace posibles; a las montañas que cuidan nuestros andares; y a los difuntos cuyo ánimo prevalece.
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