A fines de enero se despidió de nosotros Úrsula Mocker. Después de más de dos meses en el Perú regresó a Alemania. Nosotros estamos muy agradecidos de haber podido compartir con ella momentos cariñosos y apreciados.
Úrsula es una de las fundadoras de la asociación civil “La honda de David” que acompaña y apoya desde el otro lado del mundo a nuestro trabajo del Programa Comunitario para y con los llamados niños “discapacitados”.
Pero Úrsula es más para nosotros: es mamá, abuela, amiga. Y siempre está al tanto de nosotros, siempre busca soluciones donde percibe dificultades, siempre nos sorprende con afecto especial.
Agradecemos muy de veras este tiempo y esta ternura compartida con Úrsula y nos sumamos a las palabras que escribieron nuestras compañeras de la Oficina Central en su tarjeta de despedida:
“Úrsula: Usted no habla nuestro idioma. No comprende lo que decimos, pero sabe lo que sentimos. Acude en nuestro auxilio tan pronto siente que lo necesitamos. Siempre está pendiente de nosotros. Nos ofrece un cariño muy cercano incluso estando en un lugar tan lejano. ¡Usted es una gran amiga!”
1 comentario:
un acto vale mas que mil palabras
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