En el marco del Homenaje que la Municipalidad de Cajamarca organizó para nuestro 40 aniversario, nos propuso la realización de una exposición fotográfica y bibliográfica.
Tuvimos que pensar mucho sobre cómo hacer una exposición que no nos costara tanto, sabiendo que no podíamos usar clavos ni adhesivos en las paredes del local municipal. Este homenaje, por lo demás, resultaba histórico para nosotros, tantas veces ignorados, muchas veces relegados y más de una vez proscritos.
Se trataba de un día de fiesta para nosotros, iniciado con una exposición de fotos, tratando de mostrar el arduo trabajo que llevan a cabo nuestros bibliotecarios y coordinadores campesinos en las comunidades de Cajamarca.
Al fin, encontramos la forma más barata, coherente, práctica y vistosa que podíamos construir para visualizar este trabajo, el fondo donde se colocarían las fotos de lo que somos: una red.
Con una semana de anticipación, en la Oficina Central nos pusimos a tejer esta red, y podemos decir que nos costó mucho trabajo. Pero mientras estábamos tejiendo –a manera de pescadores–, hemos revivido una vez más lo que somos.
No es fácil tejer una red que tenga cierta armonía. Hay que poner empeño en cada coco, cada nudo, cada enlace.
A veces, la soga con la que tejemos no está limpia y tiene algunas manchas que –aunque las lavamos– no salen por completo. La soga tampoco siempre viene perfecta, tiene partes donde parece que se deshilachara.
Es muy importante medir bien antes de empezar a tejer: deben ser medidas parejas, aunque no perfectas, porque sólo así la red tendrá vida y no se verá como un ejercicio mecánico de fábrica.
Los nudos deben ser fuertes, pero como a veces hay que corregir una que otra unión, deben ser flexibles. Y hay que asegurarlos bien. Los más difíciles de hacer son los nudos a los costados de la red, porque son los que –al final– le dan la forma. Igualmente no siempre es fácil mantener la estructura orgánica en momentos y circunstancias difíciles.
Tiene que quedar una red firme que aguante las imágenes… o los golpes que amenazan nuestra vida en comunidad. El todo tiene que soportar los detalles y ser lo suficientemente fuerte y seguro para perdurar no sólo una exposición, sino los riesgos y desánimos que aguantan nuestros comuneros día a día en los diferentes y remotos lugares de nuestra tierra.
Da gusto tejer esta red, aunque a veces nos cansamos también o nos parece cansado. Eso sobre todo si uno tiene que tejer a solas. Si trabajamos juntos, siempre nos alegra una sonrisa, una anécdota, una canción, un tensar los nudos juntos y acomodarlos. Es que juntos no sólo tejemos, sino que SOMOS RED.
mayo 29, 2011
Urdiendo la Red
Posted by
Red Bibliotecas Rurales
a las
09:42
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario