En estos días nos llegó volando un paquete. Al abrir encontramos muchos libros para niños, con dibujos, colores y risas.
Gaby Hidalgo –compañera nuestra que hace años participó como voluntaria en la Red y que nos sigue acompañando a la distancia– había contado a su colega Pedro Marchena sobre la experiencia de nuestras Bibliotecas Rurales de Cajamarca.
La familia Marchena se tomó en serio este asunto y convirtió su interés en solidaridad: han enviado una caja con preciados libros para niños, como donación para nuestras bibliotecas en el campo. Los libros habían sido de su hija Valerie que ya ha crecido y está leyendo otros libros.
Pedro nos escribió diciendo: “Esperamos que así como a Valerie estos libros fueron la entrada a un mundo sin fin, para las personas que los puedan leer también les sean del mismo provecho.”
Ya nos imaginamos el gustazo y las ganas de leer que van a despertar estos libros, generosamente donados, en el corazón de nuestros lectores en el campo, sobre todo de los más pequeños.
A veces, los libros llegan como mariposas, en vuelo colorido y empeñoso.
Un abrazo agradecido –con este ánimo– para todos nuestros amigos y otro especial para Valerie.
julio 22, 2011
Libros como mariposas
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Red Bibliotecas Rurales
a las
09:46
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