- ¿Sabe leer? –preguntó el visitante, mientras seguía al jefe, en dirección del mar.
- No sabía cuando llegó. Don Hilario le ha enseñado.
- ¿Don Hilario?
- Es decir, don Hilario y su hijo. Don Hilario dice: “El trabajo vencerá algún día al capital con el educación…” (…)
Iban éstos a las cantinas, armados de un palo algo en forma de la macana de los ejércitos incas. Entraban a las cantinas y decían: “¡A la asamblea, compañeros, camaradas, putamadres!” y rompían a palos todas las botellas de cerveza que había en las mesas.
Hasta los más amargos de los malditos les tenían pánico a esos cuatro.
José María Arguedas, “El zorro de arriba y el zorro de abajo”.
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