Las
noticias de esta mañana mencionan la muerte de Eduardo Galeano.
Me
llegan correos fraternos con pésames, porque saben que somos amigos.
Pero
no creo que Eduardo ha muerto; debe ser otra de sus geniales salidas.
Hace
solo unos días me escribió alguito.
Andaba
molido con lo del cáncer, pero no perdía el ánimo.
En
una carta suya, luego de la operación a la que fue sometido en el 2007, me
escribió: Saldré vivo y coleando de ésta,
que de peores he salido antes, y sólo espero que mis células nuevas no me traicionen…
Eduardo
no puede haber muerto.
Hace
ya varios años, cuando Juan Medcalf murió y compartí con él la enorme pena que
nos laceraba, me recordó aquello que alguien había dicho: “La muerte es algo que le ocurre a los que quedan”.
Eduardo
está vivo, como lo están Ernesto, Juan, Sarah, David, Lorena, Alberto, Luis
Francisco, Heinz, Ignacia, Susana, y tantos otros nuestros…
Pero
igual nos quedamos sin palabras; igual se nos desmadeja el alma y se nos encarruja
la sonrisa; igual hacemos nuestra yupa, el canto ritual por los que se mudan de
esta vida que sigue bullendo.
Eduardo
es de los que no mueren. Pero cómo duele su partida, a pesar de saberlo.
Hasta
siempre, hermano.
Alfredo Mires Ortiz
1 comentario:
Un fuerte abrazo Alfredo, un fuerte abrazo, no sabe uno decir nada, no sirven mucho las palabras ante ciertas cosas, ante ciertos hechos. Y sin embargo...y sin embargo: la muerte no tendrá señorío, escribía Dylan Thomas.
Javier N.
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