En Cajamarca, desde hace años,
construimos nuestra casa y lo hicimos en minga (trabajo voluntario y
comunitario): ese es también un motivo de orgullo para nosotros.
Con todos y entre todos fuimos
colocando los cimientos y levantando estas paredes: cada rinción sabe de
nuestros esfuerzos.
Ya que hace un tiempo hemos hecho
pozas –en forma de asientos– en las que juntamos el agua de la lluvia, ahora
las estamos acondicionando para que también sean Rincones de Lectura… y ahí
vamos, animándolos con acciones poéticas.
Es decir, la casa no ha terminado de
construirse.
Es como con cada uno de nosotros: se
trata de seguirnos construyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario