Me
llamo José Jacinto Aguilar Neira, de la comunidad de Carrizal, en la provincia
de Cajabamba. Soy coordinador zonal de Bibliotecas Rurales. Tengo más de
treinta años de bibliotecario.
Para
mí, la lectura es un avance más de respetar nuestra propia cultura y también de
mantener todo lo que nos rodea a la vuelta: tanto leerlo como también describir
la historia de nuestros paisajes, de nuestra propia vivencia.
Por
eso voy incentivando a las comunidades para hacer círculos de lectura, para que
todos vayamos leyendo.
En
realidad sí se ha conseguido bastante ánimo: la gente ya se conoce y conoce más.
Ya no nos dejamos engañar como más antes, que se dejaban engañar porque no
había esa concurrencia de estudio; ahora, como leen los libros, ya están un
poco alertas a lo que va a pasar.
Porque
la situación es un poco medio problemático ahora, sobre todo por motivos del
medio ambiente: tenemos que ponernos alerta, enteramos de lo que están haciendo
con nosotros, de cómo afectan el agua, afectan el aire y la tierra.
Por
eso nuestro mayor desafío es reunirnos y entre nosotros evaluar qué es lo que
debemos hacer, cómo enfrentar los problemas: también porque porque a veces las
autoridades políticas están a favor de las empresas destructoras y a nosotros
nos dejan de lado, ya no hay justicia para el pobre… Pero nosotros tenemos que
poner de nuestra parte, comprender entre todos para vivir mejor.
1 comentario:
¡Cuánta sabiduría hay en tus palabras, Jacinto! ¡Y cuánta riqueza y generosidad en el ejemplo que das en tu comunidad! ¡Cuánta razón tienes al decir que la lectura nos permite avanzar en el respeto de nuestra cultura y, al mismo tiempo, en el cuidado de nuestro entorno! Aunque solo sirvieran para eso los libros, ya merecería la pena pasar buenos ratos leyéndolos; si solo nos enseñaran a estar alertas contra los abusos que se cometen contra la Pacha Mama, ya merecería la pena ser lectores. Y es que en la medida que conocemos podemos proteger mejor el medio ambiente y, al hacerlo, estaremos cuidando de nuestras familias, de nuestra comunidad y de nosotros mismos. ¡Salud, compadre Jacinto!
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