A principios de setiembre, los coordinadores del
Programa Comunitario se reunieron con buen ánimo para la última capacitación de
este año.
La variedad de las temáticas abordadas hizo que no sintiéramos
lo difícil que puede ser el aprendizaje, sobre todo si nuestro quehacer
principal es la chacra. Repasamos toda una mañana técnicas de rehabilitación
física para niños con parálisis cerebral infantil, constatando que lo más
importante es y siempre será nuestro esfuerzo, nuestra creatividad y constancia
en esta tarea.
Compartimos la película El discurso del Rey, que muestra las dificultades de un monarca que
padece de tartamudez y cómo logra superarlas. Juntos aprendimos también a
mejorar la alimentación de los niños con capacidades proyectables, enriqueciendo
las comidas con quinua, maní y verduras de los huertos. Luego gozamos de los
platos preparados juntos durante una rica comida en comunidad.
La ponencia de Alfredo Mires con el tema Leer para los otros nos enseñó el valor
de la lectura como elemento sanador. Ya nos imaginamos a los niños del Programa
escuchando cuentos acogidos en los brazos de sus papás. Estamos convencidos que
esta combinación de sabiduría y ternura nos puede abrir puertas y mundos en el
contexto de la rehabilitación.
Con un círculo de lectura de nuestra propia edición
de El derecho a la esencia, afirmamos
nuestros conocimientos y nuestra posición respecto a la temática de los
Derechos del Niño.
Ojalá aprender pudiera ser siempre una fiesta como
esta, para todos los niños y todos los adultos del mundo.
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