junio 06, 2019

Nuestra medicina

En los Andes, mayo es el mes de las flores. Al caminar por el campo, por todos lados se ve la belleza abundante de flores y nuevos brotes verdes. Mayo es el mes del despertar, del derroche de colores y de la plenitud de la vida: es cuando la tierra suelta su resuello, es el tiempo del wiñay.
En el Programa Comunitario, a nuestra manera, celebramos este mes para el bien de los niños con capacidades proyectables: nos reunimos con los maestros curanderos y preparamos la medicina que necesitamos para el próximo año.
Los maestros y coordinadores tienen un conocimiento especial para estas preparaciones, porque conocen las fórmulas para los medicamentos homeopáticos y las combinan de manera extraordinaria con su sabiduría ancestral sobre plantas medicinales andinas.
El concepto de remedios frescos y cálidos se fusiona con las similitudes de la homeopatía, lo tradicional se potencia con lo “científico”. Es una experiencia maravillosa y, a la vez, tan natural.
Cada año lo vivimos con ánimo, con alegría, y sabiendo que estamos en nuestro camino.

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