Hace algunas semanas, una institución
solicitó el currículo vitae de nuestro compañero Alfredo Mires. Así, nos tocó
revisar este documento donde se señalan los principales estudios y actividades
que ha desarrollado a lo largo de todos estos años; sin embargo, al ver que
este documento suele ser muy preciso y no contempla todas las características y
cualidades de una persona, decidimos enviar primero su biografía, que señala
con más fidelidad lo que Alfredo hace, escribe, estudia, a qué y a quiénes se
dedica, entre otros aspectos. Y, aun así, hay mucho de su vida que no
alcanzamos a dar conocer, ni con todos nuestros esfuerzos, por eso me permito
esta nota.
Alfredo es adicto a su familia, y son
uno solo, en su vida de hogar y en el trabajo, casi todo lo que hacen lo hacen
juntos, como una verdadera comunidad de voluntarios.
Y en la familia de la Red de
Bibliotecas Rurales transmite este mismo espíritu: todos debemos tener los mismos
objetivos, hacer un solo esfuerzo, ir juntos por donde tengamos que ir.
Alfredo nos enseña a leer no solamente
libros: nos enseña leer la naturaleza, el tiempo, los gestos, todo lo que nos
rodea, aunque nos cueste trabajo aprender.
Nos enseña a escribir, a ordenar
ideas, a expresarnos de la manera más auténtica posible; a dejar huellas, como
dice él mismo, de nuestra propia esencia.
Tiene muchas cualidades: es exigente
en el orden y la limpieza, porque sin estos dos aspectos es imposible
organizarse.
Es humilde y cuidadoso en las
expresiones hacia los demás, pero es claro en lo que tiene que decir. Y es muy
creativo, innovador: juega con las palabras con una facilidad envidiable, y
hace de los espacios físicos lugares increíblemente bellos y bien aprovechados.
Tiene muchas cualidades y sentimientos
que no alcanzarían a ser enumerados en su CV o en su biografía.
Hoy solo quiero destacar una
característica que, todos sabíamos, también lo caracterizó siempre y, en este
tiempo, se hace notar con más intensidad que nunca: es un gran luchador y no se
da por vencido. Sabemos que atraviesa por un delicado estado de salud, pero sigue
creando y trabajando, celebra cada logro de la Red y se preocupa por las
situaciones difíciles olvidando que ahora su prioridad es él mismo.
Alfredo, en nombre de toda tu familia
y ayllu de la Red, queremos darte gracias por ese extenso CV que no se escribe,
pero que todos sabemos y sentimos. Queremos decirte que admiramos tu fortaleza
y estamos contigo. Queremos agradecer tu existencia y el ejemplo de no darte
por vencido.
Gracias, compañero, por seguir
adelante, mostrándonos que todavía hay mucho que caminar.
Lola Paredes
1 comentario:
Muy bello y sentido, Lola. Muy cierto...muy cierto. Me uno de todo corazón a tus decires.
Abrazos a todo el Ayllu.
Javier N.
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