Sufrimos todos, personas, animales y plantas; nuestros campos están resecos, los ríos disminuyeron su caudal notablemente. Y aunque en bibliotecas siempre cuidamos el agüita, reusando al máximo e incluso cosechando agua de la lluvia para nuestras plantas y animales, también se está agotando. Era normal en Cajamarca que el 8 de setiembre empezaran las lluvias y hoy llegamos a fin de mes y aún sigue la sequía.
Que estos tiempos difíciles nos ayuden a reflexionar, a tomar medidas para saber aprovechar el agua de manera responsable y que nuestro trato con la naturaleza sea de agradecimiento. Y, cuando llegue la lluvia, saludémosla con respeto, que se sienta bienvenida, pues de ella depende que haya pan en nuestras mesas, que la vida continúe.
Que estos tiempos difíciles nos ayuden a reflexionar, a tomar medidas para saber aprovechar el agua de manera responsable y que nuestro trato con la naturaleza sea de agradecimiento. Y, cuando llegue la lluvia, saludémosla con respeto, que se sienta bienvenida, pues de ella depende que haya pan en nuestras mesas, que la vida continúe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario