En la jalca de La Selva había un dominio onde mandaba el príncipe Kuán.
Ahí había harto progreso y el príncipe tenía la costumbre de sentarse siempre mirando al cielo y las estrellas, porque así veía a su novia.
Entón se llegó a enamorar de la princesa Tantarica.
Kuán decidió casarse con ella y se va entonces con su padre llevándole regalos al rey Tantarica para pedirle la mano de la princesa, lo que le fue negado.
Entón el padre del príncipe Kuán se da cuenta que el rey Tantarica era egoísta y ambicioso, y ve que tenía terrenos en la costa sin agua; entón le ofrece ponerle agua pa regar esas tierras y así iba a ser un poderoso señor, pero de vuelta tenía que ofrecer el matrimonio de la princesa con su hijo Kuán.
Fiesta hubo. El rey Tantarica aceptó... los príncipes regresan a sus tierras y empiezan a hacer un canalazo de regar por debajo de la tierra, desde la altura de Cascabamba hasta los dominios de los Cuismancos.
El rey Tantarica que estaba en una torre de su palacio vio que se venía un agual, entón el príncipe Kuán regresa para que se haga el matrimonio con la princesa Tantarica, el cual fue das negado por el rey.
El príncipe regresó molesto y empezó el trabajo pa desviar el agua que hasta nuestros días sigue fluyendo en el valle de Santa Clara.
Ahora de ahí toma agua el pueblo de Tembladera.
Contado por Jacinto Julca Chilón, de Tembladera
Recogido por Guillermo Namoc Durán.
Ahí había harto progreso y el príncipe tenía la costumbre de sentarse siempre mirando al cielo y las estrellas, porque así veía a su novia.
Entón se llegó a enamorar de la princesa Tantarica.
Kuán decidió casarse con ella y se va entonces con su padre llevándole regalos al rey Tantarica para pedirle la mano de la princesa, lo que le fue negado.
Entón el padre del príncipe Kuán se da cuenta que el rey Tantarica era egoísta y ambicioso, y ve que tenía terrenos en la costa sin agua; entón le ofrece ponerle agua pa regar esas tierras y así iba a ser un poderoso señor, pero de vuelta tenía que ofrecer el matrimonio de la princesa con su hijo Kuán.
Fiesta hubo. El rey Tantarica aceptó... los príncipes regresan a sus tierras y empiezan a hacer un canalazo de regar por debajo de la tierra, desde la altura de Cascabamba hasta los dominios de los Cuismancos.
El rey Tantarica que estaba en una torre de su palacio vio que se venía un agual, entón el príncipe Kuán regresa para que se haga el matrimonio con la princesa Tantarica, el cual fue das negado por el rey.
El príncipe regresó molesto y empezó el trabajo pa desviar el agua que hasta nuestros días sigue fluyendo en el valle de Santa Clara.
Ahora de ahí toma agua el pueblo de Tembladera.
Contado por Jacinto Julca Chilón, de Tembladera
Recogido por Guillermo Namoc Durán.
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