Hace muchos años que don Miguel Rodríguez brega con franca pasión por la recuperación de la antigua cultura cajabambina. No hay día que descanse en esta tarea, acompañado de su familia y de aquellos que aprecian sus andares.
No sólo ha logrado reunir una extraordinaria colección de evidencias culturales en el Centro “Yachaihuasi”, sino además ejerce su extraordinario talento en los mates y calabazos, inventando y reinventando imágenes.
Hace poco, don Miguel decidió incorporar la iconografía de Cajamarca –publicada por nuestra Red– en el diseño de los caleros, aquel fundamental compañero para el chacchado de la sagrada hoja de la coca.
El resultado ha sido una vistosa exposición y, luego, su retorno al campo, a los “armadores” que muestran con orgullo estos caleros coloridos.
Saludamos a don Miguel, por ese pulso firme, por su generosa amistad y por ese empeño incansable de reivindicar la vigorosa belleza de nuestra propia cultura.
agosto 11, 2011
Caleros y arte rupestre
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Red Bibliotecas Rurales
a las
10:23
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