Desde el
año pasado, los coordinadores, niños y padres de familia del Programa
comunitario para el acompañamiento de niños con capacidades proyectables,
estamos haciendo realidad una verdad importante: Queremos demostrar que los
Juanitos –como llamamos con cariño a los niños con “discapacidad”– son miembros
importantes de sus comunidades.
Para eso
nos hemos propuesto embellecer nuestras comunidades sembrando árboles; árboles
que nos dan sombra a todos, que nos puedan brindar sus frutos o sus ramitas
como leña, árboles que nos proporcionan el oxígeno y el aliento sin que nadie
pueda vivir, árboles que siempre valdrán más que el oro.
A través
de esta siembra, los Juanitos quieren demostrar su ánimo para tener un medio
ambiente sano –mientras que otros apuestan por enriquecerse con metal y además
ajeno.
En
muchas comunidades ya se están haciendo viveros y las primeras plantas están
creciendo. Los Juanitos que pueden ayudan a llenar las bolsas con tierra y se
encargan de regar los brotes. Y todos soñamos con ver grandes a estos
arbolitos.
Como
reza un antiguo proverbio árabe: “Siembra
un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter.
Siembra un carácter y cosecharás un destino”.
1 comentario:
Llevando el proverbio al campo de lectura podría traducirse así: siembra un encuentro de lectura compartida gozosa y libre y cosecharás el hábito de la lectura. Despierta el deseo espontáneo de leer y cosecharás una personalidad investigadora, creativa, innovadora. Siembra un carácter curioso y cosecharás una sociedad empoderada, crítica, comprometida, generosa y dispuesta a afrontar sus retos con solidaridad y ética.
Alza la mano y siembra, con un gesto impaciente,
en el surco, en el viento, en la arena, en el mar...
Sembrar, sembrar, sembrar, infatigablemente:
En mujer, surco o sueño, sembrar, sembrar, sembrar...
Yérguete ante la vida con la fe de tu siembra;
siembra el amor y el odio, y sonríe al pasar...
La arena del desierto y el vientre de la hembra
bajo tu gesto próvido quieren fructificar...
Desdichados de aquellos que la vida maldijo,
que no soñaron nunca ni supieron amar...
Hay que sembrar un arbol, una ansia, un sueño, un hijo.
Porque la vida es eso: Sembrar, sembrar, sembrar!
José Ángel Buesa
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