El
Programa Comunitario de la Red de Bibliotecas Rurales trabaja con un enfoque de
rehabilitación basada en la comunidad.
A
las comunidades andinas no sólo pertenecemos las personas, sino también el
agua, los sembríos, el batán, los cerros, los cuyes y las plantas.
Algunas
de estas plantas son tan buenas familiares que nos acompañan y nos curan en
nuestros momentos más difíciles y nuestras enfermedades y males más profundos.
Cuando
los maestros –o curanderos– del Programa Comunitario entran en relación con las
plantas medicinales, hacen verdaderas maravillas. Es que ellos no sólo saben de
las bondades y virtudes de cada planta, sino también han aprendido con los años
a amansarlas y conversar con ellas de diferentes maneras. Saben cómo convertirlas
en aceites y frotaciones, en macerados y cremas y hasta en preparaciones
homeopáticas.
A
mediados del mes de julio, nuestros maestros nos reunieron para compartir su
sabiduría y virtudes con los demás miembros del Programa Comunitario. Y
constatamos una vez más: aquí hay una fortuna magistral.
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