La
vida con niños siempre es un reto. Requieren de toda nuestra atención, de todo
nuestro tiempo. Más desafiante se pone la situación cuando uno de nuestros
hijos padece de alguna discapacidad.
Se multiplican no sólo las horas de cuidado, sino también su intensidad.
En
muchas familias, la mayor parte de esta responsabilidad recae sobre las mamás.
Por eso, cuando visitamos a familias que tienen algún niño con capacidades
proyectables, sentimos la fuerza de las mamás, su tensión, su agobio, a veces
hasta su desesperación.
Por
ese motivo, el Programa Comunitario había organizado un Encuentro para Madres este 25 y 26 de octubre en el local de
Bibliotecas Rurales en Cajamarca. Queríamos invitar a las mamás a un espacio
que no fuera su contexto habitual y tener la posibilidad de conversar con
ellas, de ofrecer un momento de intercambio, reflexión y relajación.
Para
muchas de ellas fue la primera vez que se separaron de sus hijos. Al principio
aún notamos sus preocupaciones por los seres queridos que habían dejado en sus
casas y les fue más difícil envolverse en la dinámica de este encuentro. Pero
poco a poco se fueron abriendo y su participación fue realmente extraordinaria.
Para
eso, mucho ayudó la presencia de Liz Cisneros y Armando López, quienes habían
venido para acompañarnos en este encuentro. Pero ayudó, sobre todo, la
veracidad de nuestras mamás, su sencillez, su criticidad y su ánimo para
compartir y aprender, para dar de sí y crecer juntas, acompañándonos.
1 comentario:
Todas estas mujeres son ejemplares para todos los miembros de las comunidades campesinas y no olvidarnos ni un solo día de expresarles nuestra gratitud por su descomunal ejemplo de entrega, generosidad y, sobre todo amor. Pero no podemos quedar ahí, no podemos limitarnos a darles las gracias, tenemos que dar un paso al frente decidido y poner -también cada día- lo mejor de nosotros mismos a su disposición para de su mano construir entre todos un presente y un futuro más digno y más feliz para todas esas criaturas con capacidades proyectables que iluminan nuestras comunidades con sus debilidades, sí, pero sobre todo con su hermosa manera de vivir.
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