Los
recuerdos de los caminos andados a fines de setiembre, las conversas previas,
los santuarios de arte rupestre por visitar y la exuberante geografía sagrada y
planetaria se unieron a la presencia inmensa y cálida de las gentes de la
comunidad de Poroporo, en el distrito de Catache, provincia cajamarquina de
Santa Cruz.
En
todos estos años, nunca habíamos estado como institución en Santa Cruz: fuimos
tras mucho tiempo de coordinaciones telefónicas y epistolares con el Prof. Luis
Calderón quien allá fue, además, un grato guía.
Nuestro
compañero Alfredo, al ritmo de algunos cuentos recogidos en las comunidades de
Cajamarca y publicados por la Red, mostró cómo las voces de los comuneros se
extienden de provincia en provincia, de familia en familia, de pálpito a pálpito
por el extenso territorio cajamarquino. Alfredo exaltó el tesoro que encierra
el ser chacarero, cultivar y leer la tierra, vivir en comunidad; explicó cómo
es aquello de trabajar como voluntarios, con libros, lecturas y rescate de las
tradiciones de nuestros pueblos campesinos y las maneras de realizarlo.
Muchos
ojos y corazones interesados, entusiasmados, mostraban que querían tener los
libros en sus manos. Muchas voces contaron cuántas historias tienen para
relatar, cuántas reuniones faltan para continuar.
La
asamblea comunitaria decidió formar su biblioteca Rural.
Luego
de entregar el lote de libros y elegir a su bibliotecario, la comunidad de Poroporo,
se integra a este deseo de leer y ser leídos, de escribir y ser escuchados, de
encontrarse con letras, conversas y presencias.
Damos
la bienvenida al profesor Gabriel Paz, nuevo bibliotecario, y toda la comunidad de Poroporo. Es una alegría
inmensa que hagan parte de esta familia de la Red de Bibliotecas Rurales de
Cajamarca y que juntos iniciemos este andar, este trayecto, este pálpito
comunal.
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