Los círculos de lectura que los coordinadores y bibliotecarios realizan
en sus provincias, constituyen uno de esos ricos momentos de encuentro para
inspirar la lectura, aprender y enseñar en comunidad. Se trata de una reunión
para leer e incitar la reflexión y la crítica de un libro, un fragmento, un
artículo, un afiche u otro material que se selecciona de acuerdo con las
preguntas e inquietudes de las mismas comunidades. Ya un grupo de tres o cuatro
personas conforman un círculo de lectura: pueden ser niños y niñas; jóvenes;
adultos, hombres, mujeres o todos juntos; depende de cada zona, de las horas
propicias para no interferir en las faenas agrícolas, y del ánimo que cada
bibliotecario, coordinador o comunidad inspira. Finalmente, leer es lo que nos agrupa.
Desde
Cajabamba, en Condorcucho la compañera Laura Palacios y en el sector de
Araqueda, animados por nuestro coordinador Jacinto Aguilar, realizan sus
encuentros con la lectura y el pago a la tierrita. En Cajamarca, en el sector
de Jesús, Marcial Rumay; Santos Rodríguez, de Cortegana, en Celendín; Donaida
Guevara, de Masintranca, y Rigoberto Vásquez, de Chalamarca, en Chota. En
Contumazá, Ramiro Yglesias no deja de hacer varios círculos de lectura; en
Cutervo, los compañeros Camilo Quiroz, en el sector La Congona; César Eladio
Burga, en La Ramada; Jorge Carrasco, en el sector de San Juan, realiza los
círculos de lectura con mayores y niños. En Bambamarca, Hualgayoc, nuestros
bibliotecarios Lino Gálvez en el sector del Ahijadero; Antero Vásquez, en
Pújupe; Víctor Carranza, en el sector Chala. Por el sector de San Isidro, en
San Marcos, Antonio Vilchez realiza mensualmente círculos de lectura y siempre
con el paguito a la tierra. Y, en Huamachuco, en la provincia de la Libertad, Rocío
Altamirano impulsa la lectura compartida con los niños, con personas que han
migrado de distintas provincias y con personas que no saben leer: en este caso,
los niños son los maestros y alfabetizadores. Allí también se impulsa la
lectura con niños que aún no leen pero son lectores
oyentes, otra manera de leer en el campo.
Muchos de
los libros utilizados en los círculos de lectura son de la colección Los nuestros, ediciones que recogen las
tradiciones y la memoria andina de los campesinos cajamarquinos, y que sigue
siendo el empeño de nuestra Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. También
son muy leídos los libros escritos por nuestro compañero y cofundador de la
Red, Alfredo Mires Ortiz, tal como “Resuellos”, “El hombre que curaba”, “El
Duende del Laberinto”, entre muchos otros.
Los bibliotecarios rurales animan y se entregan con
entusiasmo a estos encuentros alrededor de la lectura, para recordar que no
estamos solos, que aquí seguimos, y que las comunidades de Cajamarca siguen
vivas también a través de sus cuentos, su inmensa sabiduría.
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