En
noviembre, durante el lanzamiento de la serie “… y otros cuentos”, de nuestra
Colección Biblioteca Campesina, Ximena y Jairo Quispe Misahuamán, dos niños cajamarquinos,
se animaron a leernos cuentos que ellos mismos habían escogido y luego, muy
entusiasmados, participaron de la minga que organizamos para preparar los
libros que saldrían a las bibliotecas en las comunidades.
Hace
unas semanas, Jairo tuvo que ser hospitalizado por una complicación en las vías
respiratorias: lo primero que pidió al ser visitado fue que le leyeran cuentos.
Y eso lo fue reanimando…
Mientras
Ximena esperaba el alta de su hermanito, cuidaba de sus primos más pequeños y también
les iba leyendo cuentos.
Nuestros
viejos no se equivocaron al forjarnos contando: los cuentos no solo perduran,
honduran y procuran, sino que curan, bravuran, conjuran, reciuran y venturan.
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