Esta casa, nuestra casa,
tiene todo lo de aquí:
madera, piedra, agua, tierra
y en minga la construí.
Alfredo Mires Ortiz, “Coplita de
los coplares: El cantar de los cantares en coplas campesinas”
El local de
la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, fue y sigue siendo construida en
minga, en trabajo colectivo y voluntario, con el esfuerzo y la dedicación de
muchos de nuestros compañeros bibliotecarios y coordinadores.
Esta
construcción lleva mucho tiempo y nunca termina porque crece conforme va
creciendo también nuestra familia.
Para los últimos
avances hemos contado con el apoyo de Esperanza TM, de Bélgica, organización fraterna
formada por amigos nuestros de siempre. Así podemos seguir construyendo y
reconstruyendo espacios para albergarnos en los encuentros de decisión y
capacitación de la Red.
Esto hace
que la casa no solo sea una casa: hace mil quinientos años, San Isidoro de
Sevilla decía que casa era una habitación de palos y ramas para juntarse y protegerse
del frío.
Esta casa nuestra
no deja de juntar, no deja abrigar y de protegernos.
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