marzo 28, 2019

Romero

El 24 de marzo de 1980, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, San Romero de América (quien sí merecería el adjetivo de Santo como ‘distinguido por dios y por su pueblo’) fue asesinado por sicarios del “orden establecido”.
Un libro extraordinario y comunitario que cuenta de su camino es “Piezas para un retrato”, que fue trabajado y producido por María López Vigil.
Aquí un fragmento y la invitación para leer el libro completo:
Fueron varias sesiones, empezábamos ya noche y nos agarraba el amanecer discutiendo. Muyshondt muy cordial con Monseñor, pero muy duro con las demandas de los trabajadores.
- Sin ceder no se arreglan los conflictos -insistía Monseñor.
- Pero con violencia no se puede dialogar -repetía Muyshondt.
Él quería que desmontáramos la huelga para entonces negociar. Pero nuestra única arma era la presión sindical en la fábrica y la presión popular en la calle.
- Lo que ellos hacen es violento -le reclamaba Muyshondt al obispo.
- Pero lo que ellos piden es justo -le argumentaba él.
Fueron días de mucha tensión. Terco Muyshondt, decididos nosotros y sabio Monseñor Romero en su permanente consejo a la patronal.
- ¿Qué cuesta ceder? -les decía-. Cedan, quítense a tiempo los anillos para que no les corten los dedos. Quien no quiere soltar los anillos por justicia, se arriesga a que se los arrebaten por violencia.

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