abril 24, 2020

Es bueno desinfectar el alma

En los presentes días casi es una obligación ponernos a pensar, a conversar, profundizar nuestra existencia, de cómo la naturaleza –por ejemplo– tiene tanta fuerza… y algunos humanos creían que tenían tanto poder.
Nuestro deber es tomar conciencia de lo que estamos haciendo para así mejorar la situación y trabajar en ser cada día mejor que ayer, porque de nuestras acciones y comportamientos depende el destino de todos.
En estos tiempos de distanciamiento social, de incertidumbre, ansiedad, miedos, que no nos falte la fe y el agradecimiento, por lo que somos, por lo que sabemos y por lo que tenemos.
Después de esta etapa que estamos viviendo, también sigamos valorando el trabajo y el esfuerzo que hace el campesino. Y no olvidarlo por las necesidades del consumismo del mundo moderno. Que ahora nos hemos vuelto extremadamente dependientes para poder subsistir.
Es triste tener que sufrir alguna calamidad o acontecimiento para recién entender lo grande y valioso que es vivir. Disfrutemos de las cosas sencillas que tenemos: eso nos volverá más cercanos, más naturales, más humanos.
Una comunera





260420

1 comentario:

kepa osoro iturbe dijo...

Querida comunera, ¡qué emocionante reflexión nos regalas!, ¡cuánta razón tienes cuando dices que parece que solo valoramos la hermoso que es vivir y todos los dones que hay en nuestra vida, cuando sucede alguna desgracia!

Efectivamente, más importante que desinfectar nuestras casas y nuestras cosas es desinfectar nuestras almas que están llenas de parásitos y virus mortales: la insolidaridad, el egoísmo, el materialismo consumista, la violencia intrafamiliar, el desamor hacia nuestros mayores...!

Y para desinfectarnos por dentro es muy útil la palabra, la palabra humilde, la palabra regalada, la palabra amorosa, la palabra generadora de acciones empáticas y comprometidas.