diciembre 27, 2020

Quema en el Qayaqpuma

 Cómo duele llegar a la montaña sagrada, para ofrendarla y saludarla, y ver que algunos obtusos han incendiado sus maravillosos jardines naturales de hierbas benditas y arbustitos sanadores.
Ya las lluvias han ido curando sus heridas y los brotes vuelven, milagrosos y dadores, para seguir iluminando la esperanza.
Ojalá esa lluvia pudiera limpiar también los corazones de la ignorancia y la nervadura infame de los depredadores.

1 comentario:

Kepa Osoro Iturbe dijo...

Conocer esta noticia me produce un profundo dolor pues desde que tuve ocasión de acompañaros a la subida al Qayaqpuma hace unos años siento este apu no solo como una montaña sagrada sino también como mi vínculo más querido y estrecho con Pacha Mama.

Sin duda el profundo amor y la devoción sincera con la que las campesinas y campesinos os relacionáis con el Qayaqpuma le ayudarán a sanar de estas innecesarias e irresponsables heridas.