Querida
Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, el
gran autor y amigo vuestro, Eduardo Galeano, nos cuenta en su libro “Bocas del
tiempo:
“Según
dicen algunas antiguas tradiciones, el árbol de la vida crece al revés. El
tronco y las ramas hacia abajo, las raíces hacia arriba. La copa se hunde en la
tierra, las raíces miran al cielo. No ofrece sus frutos, sino su origen. No
esconde bajo tierra lo más entrañable, lo más vulnerable, sino que lo arriesga
a la intemperie: entrega sus raíces, en carne viva, a los vientos del mundo.
–
Son cosas de la vida –dice el árbol de la vida”.
Mientras
leía estas líneas, tuve que pensar en ustedes. Ahora están celebrando su 50
aniversario de Bibliotecas Rurales: ¡impresionante! Y durante todas estas
décadas han hecho precisamente eso: Vivieron y ofrecieron su origen. Han extendido
sus raíces en el cielo y se han expuesto a los vientos y tormentas. Sin
desarraigar. Su vulnerabilidad es también su fuerza infinita que vive cada día
en las comunidades de los Andes y mucho más allá.
Sus
frutos se ofrecen a través de sus caminos y en forma de sus hermosos libros,
sus palabras, sus pasos que unen.
Han
sido un modelo a seguir, una inspiración y guardianes de la vida durante estos
50 años, y más antes también.
Muchas
gracias, queridos amigos y amigas, por vivir con tanta sabiduría y generosidad
de compartir. Y gracias también por su linda amistad.
Nos
conocemos desde hace 20 años y estoy feliz por las muchas décadas más que van a
venir, en las que seguirán su camino, dejarán huellas, estirarán sus raíces y
abrazarán el futuro.
A
mí y mucha gente nos enseñaron tanto sobre “las cosas de la vida”.
¡Muchísimas
felicitaciones y abrazos para ustedes! Qué tengan una fiesta enorme, reunidos
todos: lejos o cercanos, vamos a estar de alguna manera todos.
Siempre,
Kyra
Grewe, de Alemania
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