julio 31, 2023

Murales

A mi esposo, Alfredo Mires, le fascinaban los murales, estas pinturas inmensas que adornan paredes y paredones y que nos inspiran a pensar. Creo que esa fue una de las razones por las que viajaba y caminaba los cerros de Cajamarca para recuperar e intentar descifrar las pinturas rupestres y los mensajes que nos han dejado los antiguos pobladores de estas tierras.
Y he sido testigo de muchos momentos cuando Alfredo se paraba frente a un grafiti para tomarle foto o anotar el texto en su libreta; también su computadora está llena de archivos con estos apuntes de grafitis.
A veces, tomando juntos un café por la tarde, me hablaba de sus proyectos, de decorar el local de Bibliotecas Rurales con grafitis y murales, de adornar nuestra casa con sus textos y pinturas o de convencer la gente de algún pueblo bonito para que dibujaran y escribieran los cuentos de la Enciclopedia Campesina en las paredes de sus casas, haciéndolo así aún más bonito. 
Por eso no me sorprendió cuando nuestra hija Mara hace un par de semanas me preguntó si puede adornar las paredes, puertas, gradas y otros espacios de nuestra casa con dibujos, pinturas y textos de su padre.
En eso andamos: pintando, dibujando y escribiendo en diversos espacios en el corazón de nuestro ayllu. Creo que eso es la manera de Mara de transformar la casa para que ya no nos recuerde tanto y en cada rinconcito a la ausencia Alfredo, pero también para seguir sus pasos, para plasmar su memoria y honrar su legado. Para siempre, Alfredo.
Rita Mocker

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que hermoso homenaje!