Pudimos regresar a tiempo a la
comunidad de Huarrago para una reunión con padres y madres de niños con
capacidades proyectables, organizado por doña Ángela Burga en su hospitalaria casa.
Contando sobre nuestro viaje
frustrado, preguntamos a doña Ángela cuándo sería el mejor tiempo del año para
venir, a fin de evitar futuros inconvenientes… Nos miraba con tristeza contando
cómo el clima ha cambiado drásticamente; antes sabían cuándo la lluvia vendría
y podían regular su trabajo en el campo. Ahora todo es mucho más incierto.
Esta es una situación con la que todos
los Coordinadores y voluntarios de la Red se enfrentan: su dedicado trajín se
hace más difícil por el clima errático.
Es sabido que nuestros coordinadores
viajan de una comunidad a otra para hacer canje con los libros y visitar las
Bibliotecas Rurales, pero lo que muchas veces no se sabe o se ve, son las largas
horas –como tampoco el peligro– que involucra el viaje.
Y quizá tampoco se ve porque no hay
queja ni búsqueda de reconocimiento: un comunero coordinador camina por el amor
a la lectura y el convencimiento de que está ayudando a difundir una preciosa semilla,
una semilla que una vez fue abundante, pero que ahora es rara. Una semilla que
pone raíces en la tierra mientras lucha para alcanzar el cielo.
Lynda Sullivan
No hay comentarios:
Publicar un comentario