junio 24, 2017

A Rafa le gusta leer

Rafa es un niño que vive en Celendín, apenas tiene seis años y está aprendiendo a leer y escribir en la escuela, pero su aprendizaje no se limita a lo que su maestro le enseña: Rafita gusta, sobre todo, de leer por su cuenta y desde la voz de su madrina.
Doña Consuelo, quien es bibliotecaria en Rosario Bajo, lee con ganas los cuentos preferidos por Rafita y, mientras ella lee, él se adelanta de rato en rato porque se sabe de memoria lo que sigue en cada renglón de su cuento preferido: El zorro y la candela.
Y no se trata solamente de lo que le hace reír, sino lo que le hace pensar: “¡Fuera, zorro!”, dijo, “¡Eso le pasa por haragán!”. Y se soltó a reír.
Si todos los niños leyeran como él y si todas las madrinas leyeran a sus ahijados, como lo hace doña Consuelo a Rafita y a todos los niños que visitan su biblioteca, otra sería nuestra historia.

Renaciendo en Bambamarca

En el distrito de Bambamarca, provincia Hualgayoc, tuvimos una parada: en esta zona, hace 46 años, empezamos nuestro movimiento de las Bibliotecas Rurales.
Por invitación de la profesora Manuela Vásquez, hermana de nuestra querida compañera Rosa Vásquez –quien desde hace tiempo se integró al Proyecto Enciclopedia Campesina– llegamos a la Institución Educativa del Instituto Superior Pedagógico de Bambamarca. Allí tuvimos una reunión fructífera con el director y su equipo docente. Todos estaban muy ilusionados por iniciar el proceso para abrir su biblioteca rural, para participar en el rescate de los saberes ancestrales y para capacitarse con sus niños en la animación de la lectura.
A veces parece que nunca puede conocerse el alcance completo y los efectos de nuestros esfuerzos, sin embargo, un eco llega a nosotros. Y así fue cuando tres de los siete docentes presentes en la reunión, recordaron con alegría su experiencia de infancia leyendo para sus padres, que no sabían leer, los libros que tomaron prestados de la biblioteca rural de su comunidad.
El profesor Benigno Edquén Díaz recuerda que su padre era bibliotecario rural y así toda su familia leía los libros para poder recomendarlos a los lectores. Afirma que tener la biblioteca rural en su casa le ayudó a perder el miedo de leer, le ayudó a sentirse la hermandad con el libro y apreciar su propia cultura campesina. No sólo aprendió mucho de los libros: creció mucho con ellos.
Y así estábamos de vuelta, con la esperanza que nuestros esfuerzos y libros inspiren a más ánimos jóvenes, mientras seguimos andando.

Tugusa comienza

A casi una hora y media de la ciudad de Chota se encuentra la comunidad de Tugusa, en el distrito de Chiguirip. Y es ahí a donde dirigimos nuestros pasos, por una carretera construida sobre un inmenso divortium aquarum.
Gracias al interés y entusiasmo del profesor Ricardo Delgado, tuvimos la oportunidad de conocer y conversar con los alumnos y profesores de su colegio, luego con los padres y comuneros de Tugusa.
Nuestro compañero Alfredo Mires habló con la comunidad acerca de la cultura y la educación, o más bien la falta de la primera en la segunda. La importancia de conocer nuestra propia sabiduría y de estar plenamente orgullosos de ella, para tener una base sólida desde la cual dar la bienvenida al mundo. Fue un mensaje recibido con ánimo y decisión por los jóvenes y mayores.
La reunión con los padres de la comunidad comenzó con Alfredo sustentando los fundamentos de formar y sostener una biblioteca rural, y concluyó con la decisión de la comunidad eligiendo a su bibliotecaria: doña Eluvina Díaz Guevara, cuya aceptación fue recibida con un aplauso abundante.
Cuando estábamos intercambiando detalles con doña Eluvina, ya se había formado una cola de entusiasmados lectores esperando para empezar a prestar los libros de su nueva biblioteca.
Tugusa ya es parte de esta gran comunidad que sigue andando.

junio 22, 2017

Leyendo en Celendín

Continúa el rejuvenecimiento de nuestras bibliotecas en la provincia de Celendín. El año pasado abrimos varias bibliotecas, desde los barrios de las afueras de la ciudad hasta las comunidades rurales de la jalca (altura), y a principios de junio visitamos tres de ellas.
En la comunidad de Bellavista llegamos a la casa de la profesora Karin Muñoz, que hace funcionar su biblioteca bajo el famoso sombrero de Celendín, donde los niños del barrio disfrutan nuestras historias y aprenden de nuestros antepasados, quienes hablan desde las profundidades de las páginas.
La profesora trabaja con niños con necesidades especiales, entonces conversamos sobre nuestro Programa Comunitario y cómo podríamos compartir materiales que podrían beneficiar a los niños y sus familias.
Temprano por la mañana siguiente visitamos el barrio de Rosario Bajo donde doña Consuelo Livaque, bibliotecaria rural, reunió a los niños de su barrio para realizar un genial círculo de lectura. Cada niño eligió de los nuevos libros que trajimos y muy rápidamente se perdieron en sus páginas coloridas.
Concentramos nuestra energía una vez más para leer y escuchar juntos. Los niños se despidieron contentos sabiendo que cada sábado el espacio estaría abierto para que los jóvenes lectores fervorosos se reúnan.
Celendín también nos brindó la oportunidad de encontrarnos con la profesora Nancy Castañeda, la entusiasta Coordinadora que sigue animando a sus colegas a integrarse en la familia de las bibliotecas rurales. Nancy todavía se está recuperando de un accidente que fracturó su brazo: ¡desde aquí le enviamos un abrazo fraterno y nuestros mejores deseos para una pronta recuperación!

junio 19, 2017

La Tierra cuenta en Colombia

Hacia fines del año pasado nuestro compañero y Asesor Ejecutivo de la Red, Alfredo Mires Ortiz, fue invitado a la ciudad colombiana de Medellín para dar una conferencia magistral en el lanzamiento del Plan Ciudadano de lectura, escritura y oralidad.
Ahora tenemos el gusto de compartir esta conferencia titulada: "La Tierra cuenta: Oralidad, lectura y escritura en territorio comunitario".
Alfredo compartió diversos temas que se agruparon bajo los siguientes ejes: La sensación y la palabra; El cruento desencuentro; Escritura o el coagular de las voces; Leer: percepciones y descripciones; Oralidades, territorios y búsquedas; y Yendo.
Se puede ver el vídeo de la conferencia –editado por el Grupo Didáctica y Nuevas Tecnologías– aquí: https://www.youtube.com/watch?v=2S4-sOpC4b0
El vídeo incluye el conversatorio que se realizó luego de la conferencia.
Aquí algunas unas citas iluminadoras de Alfredo:
“Estamos también perdiendo la capacidad de leernos a nosotros mismos. Felizmente las hormigas no van a la escuela: para aprender hay que acechar y asombrarse siempre. La tierra no escatima enseñares. No hay más camino que esta juntura, generosa y fértil, de todos con todo, entre todos, por todo. En este país, los que más recuerdan son los más olvidados”.
“...Quizá el problema no es que la cosificación del mundo esté en el fundamento de los discursos hegemónicos, sino el nivel de asimilación que las personas y las comunidades tengamos de este concepto y sus consecuentes prácticas depredadoras”.
“Ocurre que saber leer y escribir no nos convierte en lectores y escritores. En este sentido, la escuela alfabetiza pero no culturiza”.
“Mucho tiempo lleva torcida la verdad de nuestra semblanza. Y de repente andamos sufriendo las pesadillas de quienes ya no tienen sueños. No tenemos que aspirar a prosperidades sombrías cuando la fortuna de este continente está en su suelo y su pueblo. No tenemos que aspirar a decadencias anquilosadas si hemos heredado la fortuna de nuestro propio camino, con nuestra auténtica alegría, en nuestro legítimo terreno”.

junio 08, 2017

Rescate en La Libertad

Al abrir las 10 nuevas Bibliotecas Rurales en Huamachuco, Departamento de La Libertad, se le pidió a nuestro compañero Alfredo dos talleres más: primero con el equipo y los voluntarios del Proyecto Amigo, y luego para estudiantes del Instituto Superior Pedagógico.
Con el equipo y los voluntarios se abordaron las concepciones y prácticas para asegurar el rescate de la tradición oral transmitida a través de las generaciones. Como tema marco, Alfredo trató los temas de la colonización y la educación, la dignidad y la identidad. Después de subrayar el alcance y la profundidad del problema de la colonización continua, se llegó a la importancia de rescatar y fortalecer la dignidad en nuestra identidad ancestral. Así se abordaron los fundamentos del rescate y la afirmación cultural.
Luego, los futuros profesores se enriquecieron con ideas innovadoras e intuitivas sobre el arte de animar la lectura. La esencia y el cultivo del amor por la lectura y la emoción por la escritura, así como la capacidad y el coraje de pensar independiente y críticamente, fueron algunos de los puntos clave que Alfredo impartió y que esperamos que los profesores en formación incorporen en su práctica del aprendizaje con los niños.
Al final del día subimos para saludar el sagrado Apu Marcahuamachuco y las montañas que le rodean. Fue como una bendición con arco iris.

¡Hacia La Libertad!

Desde hace varios años hemos cultivado una cercanía gratificante con la organización huamachuquina Proyecto Amigo (distrito de Huamachuco, capital de la Provincia Sánchez Carrión, Departamento de La Libertad, sierra norte de Perú).
Esta organización está dedicada a iniciativas de educación alternativa que involucran a niños y familias en situación vulnerable. El Proyecto tiene muchos años años al servicio de la población de Huamachuco.
Luego de muchas coordinaciones llenas de ánimo y sueños conjuntos, al recibir las solicitudes para comenzar con 10 bibliotecas en los barrios de la zona semiurbana, alrededor de la ciudad de Huamachuco, cruzamos la frontera departamental a La Libertad para inaugurar esta iniciativa. La fuerza de lo femenino estaba presente cuando nos encontrábamos con las bibliotecarias recién elegidas: todas son mujeres, madres de familia procedentes del campo y empeñadas en hacerse camino entre todos los desafíos.
Nuestro compañero Alfredo Mires Ortiz estuvo animando estos pasos, compartiendo el empeño de la Red con los nuevos miembros de la comunidad, así como la concepción, el funcionamiento de las bibliotecas y las técnicas para animar la lectura en colectivo. Alfredo insistió en cómo una biblioteca viva puede rejuvenecer y fortalecer una comunidad.
Acompañadas también por Rocío Altamirano y el equipo coordinador, las nuevas bibliotecarias asumieron su responsabilidad en esta humilde forja de un mañana más justo y mejor.

Biblioteca en Quinuacruz

El 1º de junio tuvimos el honor de abrir otra biblioteca rural en la provincia de Cajabamba.
Dentro de la Institución Educativa de Quinuacruz, bajo la dirección de la profesora María Milenne Pérez Iglesias, otra luz surge y se une a la humilde y vibrante familia de nuestra Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca.
Llegando a la escuela los niños nos recibieron con sus cálidos abrazos y canciones escritas por ellos mismos. El equipo docente brilló con entusiasmo al compartir con nosotros sus esperanzas de encender la alegría de leer y el orgullo de la cultura ancestral en los corazones de sus alumnos.
Nos presentaron el espacio que está siendo preparado para albergar los nuevos libros. Mientras mirábamos el impresionante paisaje en el que se encuentra la escuela, imaginamos la rica experiencia de leer bajo un árbol con vista al inmenso valle verde: sacando los libros para que se encuentran con la naturaleza que los inspiró.
Felicitaciones al liderazgo de la directora y su equipo docente, y nuestra gratitud a la profesora Soledad Álvarez por llevar la lumbre de nuestra Red en su anterior escuela.

Coordinando en Cajabamba

Hemos tenido la suerte de volver a encontrarnos con algunos de nuestros voluntarios en la provincia de Cajabamba. Impulsa de veras contar entre nuestros Coordinadores con la presencia de los profesores Miguel Rodríguez Roncal, Soledad Álvarez Plácido y Carmen Malca Bocanegra, quienes apoyan firmemente el quehacer de las Bibliotecas Rurales en las comunidades de Pingo, Corralpampa y Tangalbamba.
Sus incansables esfuerzos por coordinar las bibliotecas en las instituciones educativas, animar a su equipo docente a dar vida a la propuesta de las Bibliotecas Rurales, promover la lectura con los niños de sus comunidades y alentar la recuperación de los saberes ancestrales, nos dan vitalidad y esperanza.
Fuimos con una carga de libros para canjear con las bibliotecas, renovando así las colecciones y proporcionando aprendizajes frescos a los ávidos lectores.
¡Gracias por compartir este camino!