octubre 20, 2010

Más del vídeo

El vídeo de avance trabajado por nuestro amigo Pier Paolo Giarolo sobre la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca tiene ahora nuevas versiones.
La versión en español y sin subtítulos es: http://www.vimeo.com/15828238
La versión subtitulada en francés: http://www.vimeo.com/15831981
La versión subtitulada en italiano es: http://www.vimeo.com/15895474
Con la participación de otros compañeros nuestros se están avanzando –además– las traducciones al alemán y al inglés.

12 de octubre

El 12 de octubre se celebra en EEUU el “Columbus Day”, subrayando la fecha de llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, el 12 de octubre de 1492.
Muchos activistas piden la revisión de este “holiday”, que es una celebración oficial desde 1971.
Como se sabe, en varios países latinoamericanos este día lleva el nombre de “Día de la Raza”. En Argentina cambiaron el nombre de “Día de la Raza” por “Día de la Diversidad Cultural Americana”. En Uruguay se denomina “Día de las Américas” y es celebrado el 12 de abril. En Venezuela este nombre fue cambiado en 2002 por “Día de la resistencia indígena” por Chávez. En Chile tiene oficialmente el nombre de “Día del Descubrimiento de Dos Mundos”.
Para muchos es la ocasión de celebrar la “hispanidad” o conmemor la fusión de las razas autóctonas y europeas. Pero es una hipocresía total. Cambiando una fecha fatal para la historia indígena en un día de celebración.
Desde el momento que Colón vio tierra el 12 de octubre de 1492, fue todo el curso de la historia autóctona el que cambió. Llegando a la región que ahora llamamos Bahamas, antes Guanahaní, fue recibido amicalmente por los pueblos indígenas de Lucayan, Taíno y Arawak. Colón y sus exploradores manipularon la hospitalidad recibida por estos pueblos para luego masacrarlos, esclavizarlos y apropiarse de sus tierras en nombre de la Corona española. Escribió en su diario de viaje: “Harán buenos y calificados sirvientes, porque repiten muy rápidamente todo lo que les digo".
En sus cuatro viajes a las Américas, cada viaje se hacía más fatal que el primero para los habitantes del nuevo continente. En dos años, los historiadores estiman que la mitad del pueblo Taino fue masacrado. Ya en 1550, solo quedaban unos tainos en la isla de La Española y en México. Según el autor Tzvetan Todorov (“La conquista de América: el problema del otro”), una población indígena estimada a 25 millones fue diezmada, quedando próximamente un millón en 1605. Este descenso de las poblaciones indígenas en las Américas fue luego el resultado del comercio de esclavos, seguido por la labor (cheap labor) de los chinos, después de la abolición de la esclavitud.
Pero eso, no es la historia que se cuenta en los manuales escolares. La brutalidad de los invasores, la historia de las primeras naciones y sus tradiciones, ni ningún homenaje a las culturas que estuvieron acá mucho tiempo antes de la llegada de Colón.
Aunque no se trata de culpar a Colón por todo lo sucedido, sí podemos exigir, al menos, que este día no sea día de celebración. Es preciso “revisitar” la idea que se esconde detrás de este día, a la luz de sus consecuencias.
Maryse Tétreault

octubre 18, 2010

Esperanza para El Domador

Quienes formamos parte de esta familia estamos pendientes de la inmensa sabiduría de nuestros antepasados y de lo mucho que tenemos por aprender de la vida en nuestras comunidades.
Al rescate de esta sabiduría dedica su vida entera, su esfuerzo y su cariño nuestro compañero Alfredo Mires junto con nuestros compañeros y compañeras de la Red. Pero la difusión de estos conocimientos muchas veces se ve afectada por la carencia de recursos que nos permitan solventar la publicación de nuestros libros.
Sin embargo, el reconocimiento, la identificación y solidaridad con nuestro trabajo por parte de personas y organizaciones, hace también posible algunas de nuestras publicaciones.
Es el caso de la Asociación Esperanza TM de Bélgica: gracias a su apoyo ya se halla en prensa el número uno de “El domador de cuentos”, libro que trae además algunas extraordinarias ilustraciones del artista español Daniel Montero Galán.
Éste será el primer librito nuestro publicado a todo color. En la medida que nos auto sostenemos, nunca habíamos tenido la posibilidad de ir más allá del blanco y negro.
Esto constituye un estímulo para seguir adelante en la revaloración de nuestra cultura, y desde ya nos invade una alegría enorme porque otro de nuestros libros podrá salir a nuestras Bibliotecas. Y será también una motivación más para nuestros lectores en el campo.
Vaya nuestro sincero reconocimiento y el abrazo para Gerónimo, Clara, Emmanuelle, Cristina y todos los amigos de Esperanza.

Los Seres del Más Acá

Hace ya algunos años tomé contacto con la Red de Bibliotecas Rurales para participar en un encuentro sobre educación intercultural; pero durante ese encuentro mi sorpresa fue más grande aún cuando descubrí que –casi sin querer– había llegado al lugar en donde habían rescatado muchas de las historias que me han acompañado durante un tiempo muy importante en mi vida.
Ya hace algunos años, mi abuelo me regaló un libro muy interesante, con tradiciones de Cajamarca, llamado “Los seres del más acá”, narraciones que junto con mis hermanos nos transportaban a lugares que no conocíamos pero que de alguna manera se nos hacían familiares, cuentos como el del lugar por el que no se puede pasar solo a partir de las diez de la noche –por el Tragadero de Molinopampa–, donde se pierde el agua que viene del Llanguat, porque existe una chancha con sus diez crías que sale por el río; si uno pasa por ahí resulta en el Tragadero, en una puerta que al pasarla voluntariamente se encuentra con tres ramas que conducen a Llanguat, otra sale a Callacate y la otra sale en Limón. Es así que esa chancha no desaparecerá hasta cuando el mundo se termine.
O como el de la cabecita, de aquella mujer que se acostó con sed y no tomó agua; por la noche su cabeza se arrancó en busca de agua… Este cuento era un clásico para nosotros. Es así que, religiosamente, junto con mis hermanos antes de acostarnos tomábamos agüita, por si las dudas.
Fue muy bueno poder recordar estas historias que para ese momento (ya crecida) había olvidado muchas de ellas, pero que tienen un gran significado para la vida de uno.
Reencontrarse con esos ‘seres del más acá’ de alguna manera nos conectan con nuestra historia y nos hacen recordar quiénes somos, ya que quizás con el trascurso del tiempo y las nuevas ocupaciones que con la edad uno adquiere y el hecho de que hemos crecido en la ciudad, olvidamos de lo importante que es el compartir y de la gran familia que formamos parte, esa familia que no solo está compuesta por personas sino también por los animales, la chacra, las semillas, los pájaros, el agua.
Casi por curiosidad fui acercándome a Bibliotecas, a esas experiencias tan interesantes como el compartir con Don José Isabel, conocer de sus saberes, aprender de ese cariño tan especial que le tienen a la tierra, saber que los cerros no son sólo piedras sino que ellos son “farmacias universales”, o son muy buenas para dar señales y, sobre todo, el querer aprender un poquito más.
Hoy en día esta cercanía me ha servido mucho en el trabajo que desempeño, trabajo que a veces se torna difícil por intereses de algunos poderosos que constantemente buscan romper la unidad de las comunidades en busca de su propio beneficio.
Trato de compartir estas experiencias y narraciones con otras personas que a veces enfrentan situaciones difíciles, pero que de alguna manera cuando escuchan el fruto del trabajo que ustedes, los Bibliotecarios Rurales de Cajamarca, desempeñan, en algunas situaciones reencuentran sus motivos para mantenerse constantes y firmes en su lucha, de querer seguir viviendo en Ayllu.
Es por esto que agradezco que me hayan hecho un espacito en sus vidas, para poder aprender y compartir.
Gracias por todas sus enseñanzas y felicito el esfuerzo de ustedes, de querer seguir rescatando y compartiendo la tradición oral cajamarquina.
Ofelia Vargas Cerna

Junturas

Queridos amigos integrantes de las Bibliotecas Rurales:
¡Saludos de Liverpool!
Muchas, muchas gracias por el tiempo compartido con Helen y Kate en Cajamarca. Ellas realmente han tenido una experiencia inolvidable al ver de cerca su extraordinario trabajo con las bibliotecas en el campo.
Nos quedamos hasta la mitad de la noche anterior mientras ella nos contó todo sobre el Perú, su historia y sus esfuerzos por mantener viva la gran tradición cultural de su gente y su forma de vida.
Estamos orgullosos y humildes que a través de la visita de nuestra Sara hemos sido capaces de tener un pequeño papel en lo que ustedes están haciendo.
Como familia hemos sido conscientes de la labor de los misioneros en países lejanos. Mi hermana Jean y mi hermano Jimmy pasaron muchos años en las misiones. Ésta es una foto tomada en 1992, cuando casi todos los de nuestra familia se reunieron para celebrar el 50 aniversario de la ordenación de Jimmy: él pasó 35 años en Borneo antes de tener que volver a casa después de perder un pie. Jean, de pie detrás de Jimmy, trabajaba como médico en Etiopía durante casi 40 años como Hermana de la Caridad. Ella murió hace dos años.
Todos nosotros apreciamos la vida de las Bibliotecas Rurales y estamos muy interesados en escuchar sobre el trabajo que están haciendo.
Felicitaciones por su Asamblea y buena suerte en todo.
Jack y Margaret Heery