septiembre 12, 2018

Reconocimiento II

En el marco de las celebraciones por el 197 aniversario de vida institucional, la Biblioteca Nacional del Perú otorgó el Reconocimiento “Jorge Basadre Grohmann” a Alfredo Mires Ortiz, asesor ejecutivo de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. La ceremonia de reconocimiento a ilustres difusores y difusoras de la lectura se realizó el pasado 28 de agosto.
La Ministra de Cultura Patricia Balbuena fue la encargada de hacer entrega del reconocimiento. Asistí en representación de Alfredo para recibir la placa recordatoria y la resolución jefatural en las que se materializó esta distinción.
Alfredo, nuestro querido Ñaupa, fue reconocido por su contribución a la promoción de las bibliotecas y por el fomento de la lectura que viene realizando desde hace muchos años, cuando decidió acompañar la pionera iniciativa del R.P. Juan Medcalf, y se les fueron sumando cada vez más las campesinas y los campesinos cajamarquinos, involucrando poco a poco a más comunidades.
Con lemas tales como: “Sube a leer conmigo hermano”; “Leer revela y rebela”; o “Leyendo somos más fuertes”, la Red de Bibliotecas Rurales fue afirmándose en el campo cajamarquino y se convirtió en una herramienta de defensa de la identidad cultural y de los derechos fundamentales.
Las huellas que Alfredo sigue dejando en su caminar, son huellas que muestran un compromiso innegociable con las bibliotecas rurales, con el campo, con la cultura cajamarquina: son huellas que seguirán acompañando a los hombres y mujeres de Cajamarca.
Felicitaciones, Alfredo, por este merecido reconocimiento.
Gabriela Hidalgo
Voluntaria de la Red

Leyendo y sanando

A principios de setiembre, los coordinadores del Programa Comunitario se reunieron con buen ánimo para la última capacitación de este año.
La variedad de las temáticas abordadas hizo que no sintiéramos lo difícil que puede ser el aprendizaje, sobre todo si nuestro quehacer principal es la chacra. Repasamos toda una mañana técnicas de rehabilitación física para niños con parálisis cerebral infantil, constatando que lo más importante es y siempre será nuestro esfuerzo, nuestra creatividad y constancia en esta tarea.
Compartimos la película El discurso del Rey, que muestra las dificultades de un monarca que padece de tartamudez y cómo logra superarlas. Juntos aprendimos también a mejorar la alimentación de los niños con capacidades proyectables, enriqueciendo las comidas con quinua, maní y verduras de los huertos. Luego gozamos de los platos preparados juntos durante una rica comida en comunidad.
La ponencia de Alfredo Mires con el tema Leer para los otros nos enseñó el valor de la lectura como elemento sanador. Ya nos imaginamos a los niños del Programa escuchando cuentos acogidos en los brazos de sus papás. Estamos convencidos que esta combinación de sabiduría y ternura nos puede abrir puertas y mundos en el contexto de la rehabilitación.
Con un círculo de lectura de nuestra propia edición de El derecho a la esencia, afirmamos nuestros conocimientos y nuestra posición respecto a la temática de los Derechos del Niño.
Ojalá aprender pudiera ser siempre una fiesta como esta, para todos los niños y todos los adultos del mundo.

Reconocimiento

El día 28 de agosto de 2018, la Biblioteca Nacional del Perú en su 197 aniversario, hizo un reconocimiento a cinco personas que han fomentado y fomentan el acceso a las bibliotecas públicas: nuestro compañero Alfredo Mires Ortiz, cofundador y Asesor Ejecutivo de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, estuvo entre los homenajeados.
Para esa fecha, Alfredo ya tenía compromisos en el campo, de modo que no pudo asistir; nuestra compañera Gabriela Hidalgo, voluntaria de la Red en Lima, asistió en representación suya.
Sabemos del importante papel que Alfredo ha tenido y sigue teniendo en estos 47 años de trayectos y caminares de la Red, no sólo por alimentar las ganas de leer los libros y la naturaleza, sino a la vez por el incansable rescate de las tradiciones orales cajamarquinas, la defensa de la tierra y la profundización de la cultura andina; también por sus esenciales trabajos de investigación y enseñanza sobre el arte rupestre, la dignificación y el reconocimiento de la sabiduría campesina.
Infinitas gracias a Alfredo, quien nos anima y nos reanima a seguir fortaleciendo nuestros principios.
Él envió este mensaje:
“Con el mayor afecto, quisiera hacer llegar mi saludo por los 197 años de la Biblioteca Nacional del Perú.
Acojo vuestro reconocimiento en memoria del Padre Juan Medcalf y de todos los campesinos que han hecho y hacen posible este camino.
No puedo estar físicamente presente en esta ceremonia por los compromisos que ya tenía acordados con las comunidades: es en el campo de nuestro país donde el despliegue del voluntariado apremia.
Probablemente nunca como ahora ha urgido tanto leer con hondura nuestra propia historia: un lector crítico más, es un corrupto menos. Y un lector consecuente más, es un honorable comunero.
Va mi gratitud, en un abrazo de muchos brazos”.

'Desbellezando'

Como voluntario de la Red, en algunas ocasiones acompaño las visitas que se hacen a las comunidades en el campo.
Hace unas semanas anduvimos por la provincia cajamarquina de San Miguel y recalamos en algunos de los pueblos más bellos de la región. Esta belleza radica no solo en la calidez de su gente y sus ancestrales costumbres, sino que además, por su ubicación geográfica, en estos lugares se puede ver como el sol se despide todos los días detrás del mar.
Hay incluso un punto privilegiado, altísimo, para observar la puesta del sol. Y ahí estuvimos. Pero hubo algo que nos chocó. Sobre este mismo punto desde el que puede verse este maravilloso espectáculo, se ha construido una escuela: no hay una sola ventana hacia el paisaje.
Uno pensaría que su ubicación es propicia para generar experiencias y aprendizajes ligados a la identidad profunda en los estudiantes, pero todas las puertas y las ventanas están orientadas en dirección opuesta.
Este tipo de construcciones justifican y explican las palabras del célebre escritor escocés Arthur Conan Doyle: “Cuando uno trata de elevarse por encima de la naturaleza, se predispone a caer debajo de ella”.
Rumi Mires