mayo 28, 2019

La voz del Orejiverde

Nuestro amigo Daniel Canosa sigue bregando incansable con las bibliotecas y la comunicación en Argentina. Él ha replicado la nota que pusimos acerca del inicio de la Biblioteca “Taramuyke”, en Potrero Grande, San Ignacio.
“Desde las Bibliotecas Rurales de Cajamarca nos llega otra feliz noticia, una nueva biblioteca rural se ha incorporado acercando la lectura a nuevas comunidades, un hecho sin precedentes en la historia de los servicios bibliotecarios para comunidades indígenas que sigue sumando voluntades para acercar la lectura a pueblos alejados de los centros urbanos.
Probablemente es en esa palabra, la persistencia, donde se pueden encontrar algunas explicaciones a este verdadero fenómeno social y cultural, un ejemplo que sigue perdurando a través del tiempo, y en donde nos preguntamos cómo ha sido posible, que la simple idea de compartir lecturas en contextos rurales, siga generando adscripciones entre los pueblos, donde se aprecia el esfuerzo colectivo y desinteresado de un sueño que acaba de cumplir 48 años el pasado 31 de marzo... Simbolizan buenos motivos para tratar de imitar sus andares, y que los nuestros, enriquecidos, se abran en nuevas direcciones sin olvidar estas enseñanzas.
De parte del Orejiverde, felicitaciones amigos!”
¡Gracias, Daniel!

La Enciclopedia en Huamachuco

De cómo se mueven los nombres y sus saberes en nuestras comunidades: la Mustela frenata –para poner un ejemplo– es conocida en Cajamarca con el nombre de
Huayhuash; un poco hacia la costa es hurón o comadreja. Hacia el norte es mono, fino. Poco más al norte es huaygash o huayhuacho. Pero también se le conoce con el nombre de monoch’usho, masha, chupacuy, padrecuy, padrino. En general se le dice “compadrito”, pues si se le llama por su nombre, vuelve para hacer daño a la casa.
Al sur, en la zona de Cajabamba, se le conoce con el nombre de ardilla.
Esto significa que más hacia el sur, nuestros libros de la Enciclopedia Campesina pueden gozarse por su contenido, pero sería fantástico que en todas nuestras bibliotecas rurales tengamos también libros nacidos de sus propios conocimientos.
Ahora que nos hemos extendido hacia la zona de Huamachuco, esta preocupación viene siendo una constante.
Por eso ya empezamos a recolectar las tradiciones orales en esa zona.
Nuestro compañero Alfredo Mires estuvo hace unos días –en coordinación con el Proyecto Amigo–, viendo la constitución del Equipo humano y los pasos para ir acopiando nuestros saberes allá.
Para crecer hay que enraizarse. Para enraizarnos hay que tener la humildad de adentrarnos y reverenciar la prodigiosa sabiduría que aun habita en nuestras comunidades.

El frágil planeta que habitamos

“El frágil planeta que habitamos ¿soportará nuestras agresiones?”, son reflexiones del padre Juan Bottasso, entrañable amigo nuestro.
Aquí podemos leer:
“El mito de Prometeo, el héroe griego que robó el secreto del fuego a los dioses y con él consiguió transformar el mundo, ha guiado a la humanidad en su larga caminata, pero ahora necesita encontrar un correctivo.
No se puede seguir tratando a la tierra como un simple objeto de explotación. No se la puede solamente agredir, hay que aprender a convivir con ella, de otra manera quemamos los troncos de la balsa que nos mantiene a flote. Tampoco es el caso de desechar todo lo que la humanidad ha inventado en su largo recorrido. La técnica que ha creado estos problemas está llamada a solucionarlos. Se trata simplemente de hacer menos brutal la presencia del hombre. No es fácil. Hay que explorar todos los caminos, hay que buscar todas las posibilidades, hay que renunciar a los slogans fáciles. Es preciso seguir profundizando, comparando, buscando. Porque esto ya se ha vuelto una cuestión de vida o muerte”.

Alto Dorado

Del caserío Alto Dorado, distrito de San José de Lourdes, en la Provincia de San Ignacio, nos llegó una solicitud para iniciar Bibliotecas Rurales en la Institución Educativa Nº 16969.
Gracias al ánimo y empeño de nuestra compañera Marleny Violeta Olivera, la biblioteca ha iniciado su marcha.
Este pasado 23 de mayo, Marleny hizo el largo recorrido desde San Ignacio hasta Alto Dorado, en la mismísima frontera con Ecuador.
Apenas el río divide ambos países, en una zona de delicados ecosistemas amenazada por la minería ilegal.
Todo fue llegar y empezar con las tareas de instalación de la Biblioteca. Marleny fue generosamente acompañada por su amiga Marleny Burga, quien desplegó todo su afán para ayudar en este parto.
Ya en el lugar habían acondicionado un gratísimo espacio para albergar los libros: descubrir las sabidurías siempre será una buena noticia.
Así ha comenzado la biblioteca rural “Hito fronterizo”, teniendo como bibliotecario al profesor José Onécimo Guerrero Aranda. De él, que iba contando historias de su zona mientras se instalaba la biblioteca, Marleny nos contó: “Basta verlo sonreír para descubrir que ahí dentro se esconde un hombre con sueños y alegrías, y el entusiasmo brota en el brillo de sus ojos”.
¡Que ese entusiasmo pueble a la comunidad con las lecturas que ahí se siembren!
Van nuestras felicitaciones y abrazos.

Fiesta

El pasado 26 de abril se llevó a cabo un conversatorio sobre las fiestas andinas, con énfasis en “Pawkar Raymi” o florecer andino, organizado por la Asociación de Promoción Cultural Apu.
Nuestro compañero Alfredo Mires fue invitado como ponente y trabajó un desmontaje en torno al concepto de fiesta, poniendo como ejemplo el trastocamiento en el que han ido cayendo las celebraciones que estuvieron ancestralmente ligadas, por principio, a la agricultura y al movimiento del cosmos:
“La hoy muy comercializada Fiesta de Halloween no es más que mal un remedo de los antiguos rituales de la cultura celta, que se celebraban por el final del verano en el norte de Europa, cuando los animales eran recogidos de los campos y llevados a los establos para pasar el invierno. En esta fecha, el dios celta Samhain permitía a las almas de los muertos regresar a sus casas… Y como los difuntos podían apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar, los vivos ensuciaban las casas y las cubrían de calaveras y máscaras que pudieran asustar a los difuntos y desanimarlos de volver.
Esta suerte de transmutación también ocurrió con la actual Semana santa: los antiguos romanos habían heredado, de muchas otras culturas ligadas a la tierra, la Fiesta de Atis, el dios de la vegetación, muerto y resucitado. Esto era desde mediados de marzo. El día 25 era la Fiesta de Hilaria, el día de la Alegría, en que se saludaba la llegada de la primavera.
Para esa fiesta, la diosa Cibeles se bañaba desnuda en el río llamando a la lluvia y a la fertilidad de los campos: todos los celebrantes tenían que vestirse de colores e informalidades y carcajear al celebrarla: la tierra estaba resucitando después de haber soportado el duro invierno: los días empezaban a hacerse más largos que las noches.
La fiesta del mundo, en todo el mundo, era una fiesta de la alegría: se la festejaba riendo”.

En Linderos

La comunidad de Linderos, en la provincia de Jaén, ya tiene su biblioteca rural albergada en la I.E “Francisco Bolognesi” Nº1642.
Con el entusiasmo de su bibliotecaria Yliana Margot Álvarez Espinal y nuestra compañera coordinadora de la zona, la profesora Elizabeth Olano, ya hicieron el primer círculo de lectura que reunió a veinticinco niños entre los nueve y once años.
Han tenido toda una conversa de fondo a partir de la lectura de una de nuestras ediciones: La carta del Jefe Indio Seattle.
Nos alienta esta fuerza y empeño de las compañeras voluntarias en Jaén.
¡Gracias y felicitaciones!