junio 20, 2011

“No sólo cuenta lo que se hace…”


Transcribimos aquí algunos fragmentos del discurso que nuestro compañero Alfredo Mires diera con motivo del homenaje que la Municipalidad Provincial de Cajamarca nos hizo a finales del mes pasado:

…un lugar como Cajamarca, donde históricamente ocurrió la colisión –hace ya casi 500 años– entre dos formas de ver y tratar el mundo, y que tuvo al libro como protagonista emblemático de esta debacle. Aquí no sólo ocurrió un genocidio, sino también aquello que algunos llaman un geniecidio, es decir, la aplicación de la muerte más allá de lo físico, tratando de extirpar el genio y el ingenio de nuestros pueblos; una agresión sistemática y permanente para exterminar las almas, las mentes, las aspiraciones y los sueños.
… estamos aquí y siempre nos parece que recién estuviéramos empezando. Esto tal vez porque no sólo cuenta lo que se hace, sino en nombre de qué causa se hace, es decir, si se ajetrea por un presente que es sinónimo de la devastación y el saqueo, o si se trajina en nombre de un mañana digno, soberano y saludable.
… esta Red no hubiera sobrevivido de no haber sido por la contagiante osadía y el encandilador entusiasmo de los comuneros que la integran. Esa extraordinaria escuela comunitaria, humilde y respetuosa, corajuda y jubilosa, ahuyenta los sinuosos arribismos individualistas y las menesterosas autocomplacencias de los falsos compromisos.
… En el proceso de inserción de los libros en el campo y la animación de la lectura en las comunidades, simplemente puede ser mejor preguntar primero a los que no saben leer y escribir que a aquellos que ya saben hacerlo. De este modo pueden no sólo construirse programas conjuntos, sino identificar los valores endógenos que nos permitan engarzar aquello que puede –realmente– enriquecer al colectivo, en vez de invadirlo y desarraigarlo.
… el libro mismo, en cuanto tal, también puede ser asediante y colonizador, y las bibliotecas pueden ser de por sí como museos de la falsía, como fríos almacenes de letras ajenas e inservibles.
… Porque el problema mayor no está en no saber leer y escribir las palabras, sino en no saber descifrar ni delinear las actitudes. Pues podemos leer mucho sin comprender nada, como podemos escribir bastante pero falseando todo. De manera que una cosa puede ser un educado ignorante y otra muy distinta un analfabeto sabio.
El libro bien puede ser un talismán prodigioso que ayude a almacigar el futuro, pero no basta si no se acompaña de legítimos procesos que respondan a las urgencias de cada contexto y de políticas públicas que prioricen la forja de ciudadanos ilustrados, incorruptibles, comprometidos e identificados plenamente con su cultura y con su tierra.
… Porque no es posible autosatisfacernos con un galopante crecimiento tecnológico en paralelo a un desbocado decrecimiento ético. Como tampoco es plausible un aparente bienestar pecuniario en correlato a los elevados índices de analfabetismo, acceso a la educación, deserción escolar y depredación ambiental.

Libros en ciernes


El corazón de la Red de Bibliotecas Rurales es el canje de libros. Es una sístole y diástole de páginas y lectura.
Cada coordinador, cuando pasa por la Oficina Central en Cajamarca, aprovecha para traer libros que ya se han leído y llevar libros nuevos, para así animar constantemente la lectura en el campo. Luego reparte estos libros otra vez entre las bibliotecas rurales a su cargo. A eso llamamos trueque y para eso contamos con un Centro de Canje en nuestro local institucional.
Mantener el Centro de Canje siempre con nuevos y diversos libros es el gran reto de Bibliotecas Rurales. Los libros son el incentivo, la esencia y –como ya hemos dicho– el corazón de nuestra organización: de ellos aprendemos, con ellos discutimos, a través de ellos crecemos.
En los últimos años, como nuestra organización se auto-sostiene sobre la base del voluntariado, las donaciones y los aportecitos de algunos amigos comprometidos con la Red son extraordinariamente valiosos. Seguimos adelante, pero los pasos grandes –como, por ejemplo, tener nuevas ediciones nuestras–cuestan un esfuerzo enorme.
Por eso queremos expresar nuestro reconocimiento a la Municipalidad Provincial de Cajamarca que –en la ceremonia de homenaje brindado a Bibliotecas el pasado 27 de mayo– comprometió su apoyo para dos ediciones en el 2011 y la entrega de algunos módulos de libros con los que cuenta la misma Municipalidad.
No es sólo el gusto de contar con nuevos libros en manos de nuestros lectores campesinos: es también por el compromiso solidario al que una institución pública puede sumarse.

Saludos y flores

Nos sentimos honrados con el bello presente de flores y la tarjeta que nos hiciera llegar la Prof. Ángela Briones de Zurita, Directora del Centro de Educación Básica Especial, a nombre de todo el personal del Centro, expresando su felicitación y reconocimiento por nuestro quehacer en el campo.
Nuestras gracias sinceras, así como a todas las personas que nos están escribiendo y saludando.
Como dijera hace unos dos mil años el poeta romano Publio Virgilio Marón, "Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”.

junio 19, 2011

Nuestros mayores cuentan


Mashacutingue al aire
Había un hombre que mucho le gustaban las fiestas, no dejaba pasar ni una fiesta. Era un borrachazo.
Un día hubo una boda en sus vecinos, pero él no supo que iba a haber fiesta, sino su mujer, ella sí sabía y pensó que seguramente su marido se va a ir, y como el señor ese día se acostó temprano en su casa, su mujer le escondió el pantalón.
Ai sí no podrá ir a la fiesta, dijo la señora.
A eso de las nueve de la noche escuchó los bombos y las quenas:
- ¿Onde es aquella fiesta? , dizque preguntó:
Como que de pronto se levantó a buscar su pantalón y ya no lo encontró; después de tanto buscar dijo:
- Como mi ponchito es largo, me iré así nomás, no me van a ver que estoy calato, ya pue, me sentaré en la escuranita.
Resulta que así se fue a la fiesta, y cuando llegó el racumín o llonque, le puso largo-largo los tragos. Como mucho le gustaba su trago, se emborrachó, luego-luego se olvidó que estaba calato. Uno de sus amigos se había dado cuenta, por eso le consiguieron pareja y lo sacaron a bailar, ¡como estaba borrachito salió nomás!
Cuando llegó a lau de la pareja se arremangó el poncho y empezó a bailar, así poncho al hombro; la pareja al ver que estaba calato con el mashacutinque al aire se fue a sentar y toda la gente se reía al mirarlo.

junio 02, 2011

El homenaje en la prensa

En Cajamarca, tanto la prensa escrita como televisiva, con sus respectivos enlaces en internet, han dado una amplia cobertura al homenaje que la Municipalidad Provincial hiciera a nuestra Red de Bibliotecas Rurales por su 40 aniversario.
Por principio, la comunicación representa el espacio donde cada quien pone en juego la posibilidad de construirse con los otros.
En el caso del diario Panorama Cajamarquino, el editor Jaime Abanto Padilla no sólo ha dedicado editoriales en relación a la experiencia de la Red, sino que hizo y publicó una amplia entrevista a nuestro compañero Alfredo Mires. (http://www.panoramacajamarquino.com/noticia/la-red-de-bibliotecas
-rurales-es-una-gesta-comunal/), la misma que –de muchas maneras– reconstruye la historia de la Red, una historia muy bien denominada con el titular “La Red de Bibliotecas Rurales es una Gesta Comunal”.
Para aquellos que participamos de esta experiencia, releer cada uno de los párrafos de la entrevista ha significado recordar que somos parte de una gran familia que se fortalece en la capacidad de compartir y transmitir sus saberes, manteniéndose en el tiempo y el espacio. Para aquellos que no conocían estos andares, saben que luego de cuarenta años con los libros en la tierra, este homenaje es justo para todos los compañeros y compañeras que incansablemente hacen de la Red un encuentro comunitario tomando el libro como herramienta animadora.

“Tierra que cuenta, tierra que lee”


Es un honor cuando uno presenta a los miembros de su familia. En Bibliotecas Rurales, además, hemos visto nacer a tantos libros que también son miembros de la comunidad, porque son fruto del esfuerzo, la dedicación y el amor hacia lo que consideramos lo nuestro, nuestra tierra, nuestra naturaleza, nuestra gente, nuestro sentido. Estos libros reflejan nuestra esencia y así, pues, el día que los presentamos lo hacemos con mucho cariño.
Cuando la Municipalidad Provincial de Cajamarca nos propuso realizar una exposición fotográfica y bibliográfica –como parte del Homenaje que nos hizo por nuestro 40 aniversario–, acogimos con entusiasmo esa posibilidad y entonces preparamos “Tierra que cuenta, tierra que lee”.
Han sido 20 ampliaciones, con sus respectivos textos, las que presentamos, junto a los más de 120 títulos que llevamos publicados hasta ahora.
Ha sido grato no sólo montar la exposición, sino ver el interés de quienes la visitaron, así como la presencia de los compañeros que han venido de diferentes comunidades a participar del evento.
En la ceremonia de inauguración, nuestro Coordinador General se encargó de relatar una breve reseña histórica de la organización.
Luego han llovido las preguntas de parte del público: ¿cómo recogieron estos cuentos?, ¿cómo hacen las comunidades para tener una biblioteca?, ¿cómo hacer para agenciarnos de estos libros?, ¿dónde se encuentran esas pinturas rupestres?, etc., etc.
Nos damos cuenta que en la ciudad casi no nos conocen. ¡Es así –muchísimas veces– con todo lo que es del campo!... aunque más del 75% de la población cajamarquina es campesina.
“Sigan adelante”, nos han dicho. Nosotros agradecemos y continuamos caminando.