marzo 30, 2020

49 años

Este 31 de marzo cumplimos 49 años de venir queriendo y andando.
Es tiempo de cuarentena: estamos encerrados, pero somos libres.
No salimos de las casas, pero los libros nos caminan.
Nosotros recorremos el mundo leyendo.
¡Jaylli!: qué dicha más grande es bregar incansables por ser comuneros.
¡Salud, tierra bendita, agua fecunda, difunto viviente, cerro grandioso!
Nosotros seguimos contando y cantando.
No podemos aplaudirnos porque nos estamos abrazando.

El Ñaupa camina, II

Y nuestras chacritas…

¿Y ahora, de dónde nos abastecemos si ya no hay importaciones?
¿Ahora sí volverán los ojos a nuestros campos, ahora entenderán que el oro no se come?, ¿ahora hablarán con más respeto de nuestras chacras?
Tenemos la gran suerte de contar con nuestros productores en el campo. La pequeña y mediana agricultura es la única actividad capaz de abastecernos, aunque los gobiernos no estén dando la importancia debida a este sector, de hacer hincapié en la asociatividad para enfrentar a los mercaderes invasores.
Siempre se debería tener en cuenta que los campesinos realizamos un grandioso trabajo, tanto mujeres como hombres, y que gracias a estos esfuerzos podemos subsistir.
¿De qué sirve que nuestros hijos se eduquen “para tener profesiones competitivas” si no saben abrir un surco generoso ni sembrar una semilla dadivosa?
Una comunera

Leer en cuarentena

Debido a la emergencia por salud que se vive en nuestro país, nos quedamos en casa. Todos sabemos que este aislamiento social tiene una fuerte razón y, por ello, lo enfrentamos con optimismo, paciencia y fe.
Una de las noticas que más nos tranquiliza y da esperanzas, es ver cómo la Tierra toma un respiro y se recupera alguito de todo lo que algunos humanos le hacemos cuando podemos salir de casa.
Y también nos da esperanza el hecho de sabernos acompañados de buenos amigos: en este caso, los libros de nuestras Bibliotecas Rurales. Es verdad que entre una y otra tarea del hogar el tiempo pasa muy rápido, pero también es bueno darse un tiempito para leer en familia, aprovechando la oportunidad.
En casa, algunas noches, hacemos círculos de lectura con los fascículos de la serie “Y otros cuentos”, porque la idea es animarnos, entretenernos y conocer más de nuestras tradiciones, y estos libros, además, nos divierten mucho.
En nuestra primera noche hemos leído “El conejo y el zorro”, “La zorra y elpajarito”, “El lic-lic”, “La cabecita”, “El carbunclo” y otros cuentos más…
Ahora sabemos que, como familia, encerrados en cuarentena, podemos alejar nuestros miedos y pasar momentos divertidos, leyendo todos juntos y compartiendo lo que leemos.
¡Gracias a Bibliotecas Rurales!
Una familia lectora ;)

Rosa con libros

Hace unas semanas llegaron a nuestra sede central un par de cajas con libros que nuestra amiga Rosita Vásquez nos envió desde Lima: Enciclopedias, diccionarios, libros de literatura, leyes y educación que ya han sido repartidos entre las familias bibliotecarias de la Red, quienes se beneficiarán de su lectura y estudio.
¡Gracias infinitas, querida Rosita, por tan valiosa donación!

En el camino

Estamos pasando por una etapa difícil. También es un llamado para valorar la vida y para dar gracias por todo lo que nos heredaron nuestros abuelos.
Es un tiempo para reflexionar acerca del modo como nos comportamos con nuestra querida tierra, cuánto valoramos las costumbres y el trabajo de nuestros hermanos en el campo. No es una cuestión de palabras: es vivir y hacer vivir la comunidad.
A inicios de marzo tuvimos la Asambea de nuestra Red, preocupados por revisar nuestros andares, pero también con la intención de disfrutar el reencuentro, esa magia de sabernos hondamente unidos y cuidados como familia y comunidad.
Fue como siempre muy agradable contar con la presencia de bibliotecarios y coordinadores, que llegaron desde muy lejos trayendo el ánimo vivo y con mucho orgullo lo que producen sus chacritas, para compartir todos juntos.
Que ese encanto refinado permanezca siempre, grato como el sabor de las papas y los ollucos; graneado como el arroz, el café y el trigo; delicioso como el cacao y los tomates; luminoso como el maíz y las naranjas; tierno como el pan y los quesillos.
Que nos siga poblando la humildad de la sabiduría; que el contagio sea del buen portador de sueños y certezas, para despertar siempre laboriosos y bellos.
Gracias a todos los comuneros; gracias a nuestro compañero Alfredo por su optimismo, por darnos clases reales de hermandad, por hacernos comprender que no somos nadie si no somos capaces de comprender y ponernos en el lugar de los otros.
«Que la tierra y el resuello de nuestros abuelos nos cuiden siempre. Que sigamos compartiendo y sobrellevando los desafíos en el camino, siempre».

Lectores destacados

Es motivo de gran alegría saber que niños, jóvenes, adultos, hombres, mujeres del campo cajamarquino, se destacan por incrementar no solo el número de libros leídos, sino por afianzar las prácticas lectoras comunitarias: leen para otros, leen con otros, leen entre todos, así que las lecturas y las escuchas de la Red son muy ricas y diversas.
De acuerdo con el procesamiento de los Registros de Lectores, podemos evidenciar a algunos de nuestros más asiduos lectores, a quienes felicitamos y enviamos un reconocimiento en nombre de toda la familia de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca:
Erika en Bambamarca, Hualgayoc, y Maycol en Cujillo, Cutervo. Milagros en Chuad, San Miguel; Sergio y Margarita en Porconcillo Alto, Cajamarca. Andy en la Ramada, Cutervo. Rosalía en San Isidro, San Marcos, y Julián en Yanomayo, Cajamarca.
¡Muchos abrazos!

Círculos de lectura

La realización constante de los Círculos de lectura es un trabajo empeñoso que realizan las comunidades lectoras, en los que se integran no solo campesinos y comuneros: también profesores y estudiantes de las instituciones educativas que tienen bibliotecas rurales.
Aunque todas las comunidades hacen sus Círculos de lectura, hoy resaltamos algunas que, por el número de encuentros realizados, se destacan: las Bibliotecas Rurales en el Instituto Superior Pedagógico y en la Institución Educativa Sagrado Corazón, en Jaén; las diversas comunidades del sector de San Marcos, Pomabamba y en Celendín.
¡Gracias y felicitaciones a los coordinadores y bibliotecarios que impulsan este encuentro comunitario alrededor de la lectura!

¡Asamblea nuestra!