marzo 07, 2012

Lectura

Lectura para compartir: Extractos de “La dignidad de los pueblos también se escribe leyendo”, texto de Alfredo Mires.

Cuando asumimos el propósito de promover la lectura en el campo, ¿qué estamos promocionando? O, mejor aún, ¿de qué nos apropiamos al aprender a leer: del boleto de entrada al mundo que nos oprime o de sus claves para cambiarlo y tratar de hacerlo más justo?; ¿nos apropiamos de los libros o de sus causas, de sus potencialidades o de sus intenciones?; ¿cuánto aprendemos a discernir, cuánto a enhebrar en el tejido de nuestra auténtica historia, de nuestras más caras necesidades, de nuestras más colectivas urgencias?...
La promoción de la lectura, entonces, no es un servicio sino la reivindicación de un derecho postergado, la conquista de un bastión negado, la recuperación de un valor esquivo…
La promoción de la lectura ha de estar más llena de tierra que de letras, más plena de gente que de párrafos, más plena de pueblo que de estantes. Y eso implica comprometerse, sumergirse desnudos de oficio en la realidad si pretendemos emerger genuinamente empapados de alternativas.
Antes de ser bibliotecarios somos humanos. Y somos colectivo, somos el otro, somos los demás. Las técnicas preconcebidas y los procedimientos profesionales están al servicio de este proceso y no a la inversa.

No hay comentarios: