marzo 05, 2012

Silverio en Cutaxi


Una mata de orquídeas pende a la entrada de la casa de Silverio. Desde ahí se divisa el valle de Chetilla y, a lo lejos, las montañas que separan a Cajamarca y Amazonas con el río Marañón.
Estos días ha llovido como si no quisiera abonanzar. Y aún así, Silverio ha caminado más de diez horas para visitar sus bibliotecas hacia el lado de Nogal, donde don Mario Chamaya Alva tiene como veinte años de bibliotecario.
Silverio es Coordinador del Sector Cutaxi y para visitar esas bibliotecas tiene que pasar los fríos páramos de Guaguina. Así aprovecha para visitar las bibliotecas de Suromayo y Yantayoc, cargado de libros y entusiasmo, que cuesta pero no falta.
Esas matas de orquídeas que crecen en los parantes de la casa de Silverio no tiene que proclamar su belleza ni esperar las certificaciones de los especialistas: crecen nomás, deslumbrantes en su naturaleza y su estética, como el compromiso de Silverio y los suyos, como su generosa carga de libros. Como crece su marcha.

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