Acompañando
el trabajo de la Red de Bibliotecas Rurales he aprendido que hay una cuestión
básica a raíz de lo que vamos haciendo: cada vez que me educo o educo, ¿qué
vida y futuro imagino?, ¿qué tipo de humano estoy contribuyendo a formar?
La
capacitación y la sensibilización, el compartir los conocimientos y el ponerlos
al servicio de las comunidades, construir posibilidades y propuestas debatiendo
para contribuir a formar pensamientos críticos y divergentes –restituyendo la
dignidad y el orgullo de la propia identidad– afirmando la propia cultura, son algunos
de los principios que caracterizan el trabajo de la Red.
El
24 y el 25 de junio he tenido la posibilidad de participar con el compañero
Alfredo Mires en uno de sus talleres sobre “La literatura oral, viva tradición
de los pueblos”. Esta vez viajamos a Jaén, donde nos esperaba el equipo
docentes de la I.E. “Sagrado Corazón”.
La
acogida fue maravillosa, como maravilloso fue el interés no solo de los
profesores sino de los estudiantes que participaron activamente y con mucho
interés a los dos días de taller. Escuchar sus preocupaciones y sus dudas sobre
una educación que es una competición, una imposición que no tiene en cuenta las
necesidades de las personas, ver en sus ojos las ganas de cambiar un sistema que
quiere humanos que se dejan dominar, nos anima a seguir un camino que construya
procesos de conocimientos a través de la lectura de la realidad que nos rodea.
Patrizia Boncompagni
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