julio 16, 2019

Apreciaciones

De nacionalidad argentino-peruana, Isabel María Álvarez –educadora, investigadora y activista intercultural–, nos ha hecho llegar desde la Patagonia, donde reside y trabaja, este comentario nacido de la lectura de “Para seguir andando”.
Gracias, Isabel. Aquí compartimos estas fecundas reflexiones:
No importa el tiempo que lleve la tarea cuando el propósito reviste tal significatividad: empoderar a los pueblos para que se cuenten a sí mismos.
Con la sabia humildad que caracteriza su “estar” en el Pacha, Alfredo Mires Ortiz nos comparte su itinerario hacia el Este –esa dirección desde donde viene la luz– para avanzar en el paradigma decolonizador que nos debemos en los Andes y en todo el Abya Yala.
“Para seguir andando” es una hoja de ruta en la que el trabajo empírico –de elocuente y efectiva co-participación– fluye con impronta de denuncia en una textualidad humanista que nos orienta y nos convoca a pensar nuestra episteme desde una cosmovisión propia pero con vocación intercultural.
Un mensaje claro de persistencia (y no de resistencia) que encarna en la acción el preciso y precioso postulado de Paulo Freire: “Todos nosotros sabemos algo. Todos ignoramos algo. Por eso aprendemos siempre. Ninguno educa a ninguno, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo”.
Un recurso imprescindible para la reflexión y el análisis en la formación inicial y en servicio de la comunidad magisterial de los países andinos.

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