Alfredo
cumplió años y para nosotros, la familia de la Red de Bibliotecas Rurales, es
motivo para festejar y celebrar.
Festejamos
su día con cariño sincero, aunque este año nos tocó hacerlo a través de saludos
virtuales y abrazos a la distancia; pero, eso sí, con un buen caldo verde en el
desayuno y una torta Ñaupa hermosa y sabrosa.
Y
celebramos sus “Hechuras”, como él mismo nos dice en su libro “Resuellos”, esas
hechuras gracias a las cuales es quien es:
Mi pecho es de Tierra fértil
abonada de recuerdos
y estoy sembrao de futuro
con las semillas del cielo.
La tierra pone su parte
y el agua su ración diaria
para formar la argamasa
de esta vida solidaria.
En
esta familia de la Red damos gracias por las “hechuras” con que fue fraguado
Alfredo: gracias a la vida, al agua, a la tierra, a los recuerdos; y gracias
también por todos los seres maravillosos que brotan de esa hechura: solidaridad,
amor por el prójimo, deseos de justicia. Gracias por su ternura y también por
su firmeza, por su pasión y su amor a la lectura. Pero, sobre todo, gracias por
ser él mismo y compartirse con todos nosotros.
Lola
Paredes
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