A esta alegría de saber que niños y adolescentes jaenenses se deleitarán con las maravillosas historias de nuestros libros, se suma la alegría de contar con la presencia del pequeño Daniel, voluntario y lector de la Red. Danielito, deja sus juegos y se une a la faena para organizar las cajas con libros, animando en todo momento y haciendo todo más llevadero; con confianza dice cuando tienes que trepar a la escalera para bajar la caja con libros -no tengas miedo, no te vas a caer, y si no, ya pues te ayudo- o -creo que estos libros se están maltratando en esta ubicación y apúrate ayúdame con otra franela porque con mi paciencia cuándo acabaremos- a su corta edad nos hace entender que todo es posible y que los libros necesitan de nuestro cuidado.
Que los niños y jóvenes que reciban estos libros no solo los lean, sino que también los cuiden y los sigan compartiendo; que la magia de la lectura se complete con su ternura y curiosidad; que nos sigan motivando para seguir contando nuestra historia y valorando la sabiduría de nuestros abuelos.
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