Una
biblioteca bien puede ser el engranaje perfecto de la maquinaria colonizadora.
Por eso hay que descabalgarla, por eso hay que reedificarla e interpelar su
carácter tributario de la cultura letrada. Por eso hay que resemantizarle los
genes invasivos, las ínfulas hegemónicas.
Por
eso, hace unos treintaicinco años comenzamos a recoger nuestra memoria y a plasmar
nuestros propios libros.
Demasiado
tiempo se ha falseado nuestra heredad y se han secuestrado nuestras reliquias,
de manera que es un desafío constante eludir la adversidad reescribiendo
nuestra propia semblanza. Los libros que leemos también pueden ser espejos que
celebren nuestra mirada.
Por
eso empezamos con la Biblioteca Campesina.
En
mayo de 1983 apareció el primer fascículo con el nombre de “El indio pishgo y
otros cuentos”. Y desde ahí no hemos parado: Sólo de esta serie llevamos
publicados diecinueve títulos. Y vuelan cada vez que salen.
No
hay libros que se lean más que los que nosotros mismos producimos.
Por
eso se agotan rápido, por eso nos hacen falta.
Cuando
a nuestros amigos de Heart Links –entidad fraterna canadiense con la que
compartimos camino desde hace muchos años–, les planteamos la idea de re editar
toda la Serie, ellos la acogieron sin duda y con entusiasmo.
Ahora
compartimos esta celebración: ¡Pronto estaremos compartiendo como colección los
veinte títulos de “…y otros cuentos”!
1 comentario:
Buenas tardes aprendi a leer con eso cuentos y para mi tiene un valor, por lo que mi consulta es sobre el proceso para obtenerlos
Publicar un comentario