Nos enseñó mucho,
compañero Jesús: con sencillez, humildad, paciencia y sobre todo con buen humor.
Hoy se convierte en impulso para seguir adelante, a pesar del dolor que
sentimos por su ausencia.
Siempre ha sido
y seguirá siendo un gran ejemplo. Y cómo no serlo, si llegaba siempre puntual a
las Asambleas, desafiando al bravo tiempo; y cantó y rió con nosotros; si a
pesar de sus dolencias caminó entusiasmado a visitar y a formar nuevas
bibliotecas, cargando libros y recogiendo cultura; si nunca dejó de llamar para
saludarnos y encargar sus saludos para los demás compañeros; aprovechó las
salas de los hospitales para compartir historias. Se convirtió en una luz de
esperanza para muchos; formó a muchos y siempre nos acompañó.
Hoy, esta
familia bibliotecaria llora por su partida.
Pero también estamos
orgullosos de tener este hermano, aquí, presente.
1 comentario:
No me enteré de la partida del compañero Jesús, gran hermano y con muchas ganas y ánimo para meterse a la pelea, que su fuerza nos acompañe.
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