septiembre 25, 2020

Literatura familiar y comunal

Con frecuencia se escucha hablar de literatura infantil, literatura para adolescentes, para adultos, etc.; es decir, literatura para público diferenciado. Esta diferenciación no solamente se la hace pensando en la edad del lector sino también en el “nivel cultural”, grupo social y cualquier otra clasificación que los escritores, profesores o editoriales consideren apropiada. Y, en ciertos casos, quizá es necesario hacer esta clasificación, dependiendo siempre de los intereses de quien lee, de quien escribe y de quien publica.
En la Red de Bibliotecas Rurales, sin embargo, no establecemos estos criterios para diferenciar los libros que producimos, esto se debe, principalmente, a que no pensamos en la lectura para una sola persona, sino para la familia completa y la comunidad, porque sabemos que la lectura alimenta a todos en la medida en que se sienta la necesidad de este alimento.
Solemos utilizar nuestros cuentos en los círculos de lectura donde participan niños, jóvenes, ancianos; con personas que saben leer y con aquellas que no; si alguna palabra o expresión no se entiende, siempre hay alguien que puede explicar, que ayuda a comprender.
Algunos libros, como La carta del jefe indio Seattle, por ejemplo, son ampliamente compresibles para niños y adultos, hombres y mujeres, y contiene, además, actividades de extensión que pueden ser realizadas por cualquier miembro de la familia. Los ojos de Gabi no solo despiertan la sensibilidad de los adultos, también conmueve a los niños. Así sucede con los libros de las diferentes series y colecciones que publicamos.
En general, todos los libros de Bibliotecas Rurales tienen el propósito de servir a la familia, a la comunidad, por el mismo hecho de que es ahí donde nacieron.

No hay comentarios: