marzo 25, 2023

Gracias

Hace tres años regresé a vivir en la casa comunal de Bibliotecas Rurales, haciendo un voluntariado como parte del Proyecto Enciclopedia Campesina y a la vez terminando mis últimos ciclos de estudio en la Universidad. Este tiempo estuvo lleno de compartires, emociones y vivencias. 
Siempre he considerado a Bibliotecas Rurales como una familia, por la acogida extraordinaria que la caracteriza y por lo que significa para muchos de nosotros como lectores campesinos. 
He aprendido mucho durante mi tiempo aquí, involucrándome con las actividades. No solo cumpliendo con los deberes del PEC (Proyecto Enciclopedia Campesina) y del ATOC (Archivo de la Tradición Oral Cajamarquina), o en el cuidado de la casa; en las mingas también, en el Centro de Canje, en la preparación de materiales y cuando se acercaban las asambleas. Sigo en este camino de aprendizaje del trabajo en comunidad, de valorar y de respetar nuestros saberes andinos. 
Demostrando mi dedicación y compromiso, a pesar de mis horarios en los momentos más fuertes de mis estudios, he estado siempre pendiente para apoyar con las actividades de la Red.
Siempre he dicho que la vida está llena de experiencias y, esta es una de mis mejores experiencias para mi desarrollo como persona y en mi vida profesional. Fue un honor acompañar al Maestro Alfredo en este quehacer, como él decía: “es una forma viva de aprender”. El hecho de compartir y de reconocer el trabajo honorable que realizan los bibliotecarios, de no permitir que se pierda la memoria de nuestros abuelos y que se tenga siempre presente el sentido de comunidad. 
Ahora estoy en una nueva etapa de mi profesión. Terminé mis estudios en la universidad y ahora me enfrento a nuevos desafíos profesionales y retos personales. Aunque ya no viva en la casa comunal me he comprometido en colaborar con la Red los días que me sea posible y mi ayuda sea necesitada. 
Mi gratitud infinita por la acogida y la disposición de siempre.  
Gracias, familia de Bibliotecas Rurales. 
Zelma Valeria

1 comentario:

Rita Mocker dijo...

Gracias, Zelma, por tu acompañar siempre. Sobre todo en los últimos meses de Alfredo aquí, en esta tierra, entre nosotros. No sé qué hubiéramos hecho sin ti, sin tu presencia y apoyo. Te lo agradecemos siempre.
Un abrazo inmenso
Rita Mocker y familia.