Algunas veces podemos vivir aprendizajes extraordinarios.
Así me pasó, a mediados de abril, cuando nos encontramos con un grupo de jóvenes awajún, de la selva de Moyobamba, en Chota para pasar un par de días en las alturas, visitando algunas de nuestras Bibliotecas Rurales.
Esta pasantía se dio gracias a la amistad que une, hace décadas, a Grimaldo Rengifo y Alfredo Mires, a PRATEC (Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas) y Bibliotecas Rurales. El año pasado, basándose en nuestro trabajo, PRATEC incluyó la formación de bibliotecas en comunidades selváticas en su programa de trabajo.
Y ahí estábamos, entonces, con esos jóvenes de la selva, visitando a los compañeros bibliotecarios de los andes: amigos descalzos que dejaron la siembra de papa por un rato para explicar cómo funciona su biblioteca rural o señoras del campo de Chota, envueltas en su chale para protegerse del aguacero y del frío de las alturas, para organizar con nosotros un círculo de lectura.
Lo que más me impresionó fue el franco interés de los visitantes awajún: su capacidad de concentración, de escucha, de preguntas, de comparar y compartir; su esfuerzo para comprender, para leer bien, para dejar que nuestra experiencia les penetre. Los vi padecer por el clima implacable a casi 4000 m.s.n.m., por las comidas tan diferentes, por intentar entender un idioma tan distinto al suyo, por querer comunicarnos sus costumbres y sus esfuerzos para proteger el bosque amazónico y recuperar sus tradiciones ancestrales. Y nos vi reír, con la cara contenta, cuando nos dimos cuenta que tenemos las mismas visiones, ideales y sueños.
Gracias por estos días, por haber sido parte de este ayllu, de esta comunidad.
Rita Mocker
Así me pasó, a mediados de abril, cuando nos encontramos con un grupo de jóvenes awajún, de la selva de Moyobamba, en Chota para pasar un par de días en las alturas, visitando algunas de nuestras Bibliotecas Rurales.
Esta pasantía se dio gracias a la amistad que une, hace décadas, a Grimaldo Rengifo y Alfredo Mires, a PRATEC (Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas) y Bibliotecas Rurales. El año pasado, basándose en nuestro trabajo, PRATEC incluyó la formación de bibliotecas en comunidades selváticas en su programa de trabajo.
Y ahí estábamos, entonces, con esos jóvenes de la selva, visitando a los compañeros bibliotecarios de los andes: amigos descalzos que dejaron la siembra de papa por un rato para explicar cómo funciona su biblioteca rural o señoras del campo de Chota, envueltas en su chale para protegerse del aguacero y del frío de las alturas, para organizar con nosotros un círculo de lectura.
Lo que más me impresionó fue el franco interés de los visitantes awajún: su capacidad de concentración, de escucha, de preguntas, de comparar y compartir; su esfuerzo para comprender, para leer bien, para dejar que nuestra experiencia les penetre. Los vi padecer por el clima implacable a casi 4000 m.s.n.m., por las comidas tan diferentes, por intentar entender un idioma tan distinto al suyo, por querer comunicarnos sus costumbres y sus esfuerzos para proteger el bosque amazónico y recuperar sus tradiciones ancestrales. Y nos vi reír, con la cara contenta, cuando nos dimos cuenta que tenemos las mismas visiones, ideales y sueños.
Gracias por estos días, por haber sido parte de este ayllu, de esta comunidad.
Rita Mocker
1 comentario:
Muchas gracias amigos Rita, Edgar y Javier por la acogida.
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