A propósito de no discutir, nosotros estamos convencidos de que, incluso si el televisor es más grande que la biblioteca, hay mucho por hacer. Y, si no queremos discutir, debemos, por lo menos, intentar convencer. Por ejemplo, los niños no son responsables si sus padres prefieren un televisor a un buen libro, pero la escuela puede, si se lo propone, convencerlos de leer, de divertirse con un cuento fantástico, disfrutar una poesía amena, entender la historia y conocer la cultura de diferentes países. La escuela, tiene la posibilidad y la oportunidad.
Desde la Red de Bibliotecas Rurales también hacemos nuestros mejores esfuerzos para que los niños, jóvenes y adultos de las comunidades, encuentren en nuestros libros aquello que complementa lo que van aprendiendo con sus familias. Así, aunque tengan televisor grande o pequeño, siempre podrán discutir, discernir y definir su postura crítica, cuando haga falta.
“Yo leo, tú lees, todos crecemos”
Alfredo Mires Ortiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario